El ex consejero de Acción Exterior, Raül Romeva, que cumple condena en el penal de Lledoners por su implicación en el referéndum ilegal del 1-O, ha asegurado hoy ante la comisión parlamentaria que investiga la aplicación del 155 en Cataluña que la ejecución de este artículo fue "un error, una cobardía política y un fracaso". Romeva, que ha sido condenado a 12 años de prisión y otros tantos de inhabilitación por los delitos de sedición y malversación, ha advertido también de que "la represión aún no ha acabado".
El ex consejero ha asegurado que está en marcha "una causa general" contra el independentismo que afecta a las áreas "política, judicial y económica". "Si no somos conscientes de esto", ha añadido, "no encontraremos el coraje para superar la situación". En este punto, Romeva ha aprovechado su intervención ante la comisión para apelar a la "solidaridad" de los independentistas para que hagan donaciones económicas que permitan los condenados hacer frente a sus responsabilidades económicas. "Hemos de ser conscientes", ha dicho, "de que aún no lo hemos visto todo".
"Esto no va de leyes", ha afirmado Romeva ante los parlamentarios, "esto va de un Estado que tiene miedo, que es cobarde y que no tiene el coraje suficiente para confrontar con gente que no piensa como cree que tiene que pensar".
Visceralidad vengativa
Romeva ha asegurado también que la aplicación del 155 en Cataluña en el otoño de 2017 "dificultó" el trabajo del Govern catalán "en la gestión del bien común y de las prioridades sociales". Y ha responsabilizado de ello no solo a quienes aplicaron este artículo de la Constitución sino también a los que "aplaudieron" la misma. A ellos les ha acusado de "visceralidad vengativa".
El ex consejero, por otro lado, ha defendido el trabajo que realizó al frente de la Consejería de Acción Exterior y, sobre todo, el papel que jugaron las delegaciones de Cataluña en el extranjero bajo su dirección. "Son delegaciones que tienen que explicar, hacer redes, hacer conexiones, abrir puertas y no impedir el diálogo", ha abundado Romeva. Y ha insistido en la idea de que solo el diálogo permite solucionar los problemas. Por ello también ha reclamado "autocrítica" a quienes desde el Estado "fallaron en términos políticos, jurídicos y morales". A ellos les ha invitado a visitarle en prisión: "Me encantaría que vinieran a hablar. Eso es lo que hacíamos desde las delegaciones en el exterior, hablar y escuchar".
Raül Romeva, finalmente, ha asegurado en varias ocasiones ante la comisión que volverán a intentar declarar la independencia de Cataluña. "Es un camino complicado, no es rápido, no es indoloro pero es un camino irreversible", ha advertido, "y en ningún caso renunciaremos al derecho a volverlo a intentar".