Disgusto y enfado son casi eufemismos con los que describir el impacto que han causado en el Partido Popular las últimas decisiones del Banco de España sobre el rescate de una serie de cajas de ahorro y la fusión del Banco Popular y el Banco Pastor. El responsable de Economía del PP le ha hecho llegar al secretario de Estado de Economía, Manuel Campa, su profundo malestar. Precisamente hoy, el secretario de Economía y empleo del PP y el portavoz popular en la comisión parlamentaria del FROB, Álvaro Nadal y Ramón Aguirre, respectivamente, solicitarán una reunión con Campa que esperen se celebre este mismo lunes. Ello no es óbice para que exijan, además, la comparecencia del Gobierno en la comisión Permanente del Congreso, bien de la vicepresidenta económica, Elena Salgado, o de Miguel Ángel Fernández Ordóñez.
Desde el PP aseguran que el Banco de España, con su gobernador al frente, tenía documentada desde hace mucho tiempo la situación agónica de las cajas ahora nacionalizadas (Novacaixagalicia, Catalunyacaixa y Unim), pero no se tomó ningún tipo de medida por cálculos políticos. “Los inspectores desarrollaron su trabajo objetivamente, mientras que el trabajo de los supervisores fue subjetivo”, aducen los populares en declaraciones a Vozpópuli.
Así, “en pleno periodo electoral y con las puertas del Parlamento cerradas, autorizan la compra por parte del Banco Popular del Banco Pastor, nacionalizan tres cajas de ahorro y además lo hacen con los fondos de garantía de los depósitos”, que es, dentro de todo este panorama, lo más preocupante para el PP. La sensación de los responsables económicos del primer partido de la oposición es que el Banco de España “está fuera de control”, donde priman los criterios políticos por encima de los de eficiencia del sector financiero.
Recientemente, la portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, anunció una profunda reforma del Banco de España. Ésta pasaría, entre otras cosas, por dar categoría de cuerpo de inspectores a los del Banco de España, al igual que ya ocurre con los de la Agencia Tributaria. Además, habría que motivar los cambios de sus informes en caso de ser modificados, cosa que, según el PP, ahora no se exige.
González-Páramo en sustitución de Mafo
Pero si hay algo que los populares quieren cambiar cuanto antes es el perfil político del primer responsable del Banco de España. En Génova ya piensan en un posible sustituto: José Manuel González-Páramo, actual miembro del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo. Páramo, que ha sido otro nombre barajado para la vicepresidencia económica de Rajoy, es persona de contrastada y acreditada trayectoria económica y financiera. No obstante, en su caso, ha aplaudido la decisión del Gobierno de emplear los fondos de garantía de depósitos para salvar a las Cajas. Un futuro Gobierno del PP trataría además de volver a recuperar los equilibrios internos por los cuales el gobernador lo propone el partido en el Ejecutivo y el subgoberrnador el primer partido de la oposición, lo que exigiría un acuerdo con el PSOE.