En España no se revisa la Ley de Mecenazgo desde el año 2002. Es decir, exactamente 10 años de retraso separan a España del resto de los países del entorno europeo en esta materia. La última propuesta se presentó hace justamente un año en el Congreso de los Diputados. La iniciativa provino del Grupo Parlamentario Popular y su ponente fue José María Lassalle, el actual Secretario de Estado y el hombre fuerte de la Cultura en el gobierno de Mariano Rajoy.
Ya en la campaña electoral, el partido popular adelantó en su programa el asunto del mecenazgo y apenas salir de su primer consejo de ministros, Soraya Saez de Santa María encargó a José Ignacio Wert la tarea de poner en marcha una ley que está prácticamente lista.
La propuesta específica que sobre ésta hicieron los populares tenía como asunto “la modificación sobre el régimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales al mecenazgo”.
Al respecto la propuesta en cuestión contemplaba incentivar que los ciudadanos particulares donasen, por lo que se eleva así de 25 a un 70% la deducción por mecenazgo; y de un 35 a un 60% a los sujetos pasivos del impuesto de sociedades. Es sobre este modelo que los populares actuarán para diseñar un guion de consenso entre los distintos sectores, con los cuales ya se han iniciado sesiones de trabajo y acercamiento.
Esa misma propuesta de mecenazgo que maneja incluye la creación del Observatorio de Mecenazgo para fomentar esta modalidad de patrocinio, enfocado especialmente hacia el sector del arte joven. Entre las posibles fórmulas complementarias se incluiría además la creación de un Premio Nacional de Mecenazgo destinado a reconocer la labor en este terreno de instituciones y personas.
Comparados con España, otros países europeos ofrecen muchos más incentivos fiscales en materia de apoyo y mecenazgo cultural. Por ejemplo, en Francia alcanzan el 60% de la aportación a ser desgravado de la cuota para empresas, y entre el 66 y el 75% para personas físicas; en Italia, la deducción puede ser de hasta el 100%.
Sin embargo, para algunos, más efectiva que lafigura de la deducción sería la de la exención, por resultar mucho más directa, aunque también es cierto que, dependiendo del tipo, esta fórmula podría resultar mucho más atractiva para incentivar el patrocinio privado.