La anterior edición de los Premios Goya fue, como toda gran celebración, tensa y desastrosa: Álex de la Iglesia dimitía como presidente justo antes de una gala que se vestía de largo en el Teatro Real de Madrid y en la que partía como favorito con su película "Balada triste de trompeta".
Un marco tan majestuoso quedó reducido a una foto de pareja, la del cineasta vasco con la por entonces ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, cuyas desavenencias acerca de la ley que llevaba el nombre de ésta última habían desatado une enorme polémica.
Pero en esta XXVI edición, que se celebra el 19 de febrero, de los premios más importantes del cine español, puede darse el lujo de dar un respiro a nominados, asistentes y responsables. Será una gala modesta. Los ambiciosos planes de utilizar el Palacio de los Deportes se quedaron, por motivos económicos, en el regreso a la sede más reiterada, el Palacio de Congresos de la Comunidad de Madrid.
El nuevo presidente de la Academia, Enrique González Macho, tiene un perfil más discreto que De la Iglesia y, además, Pedro Almodóvar -y su hermano Agustín- ha reingresado este año como académico tras sus agrias disputas con la institución.
La piel que habito es una de las favoritas. Si bien ha sido recibida con división de opiniones y no fue elegida para representar a España en los Óscar, ha sido la reina de las nominaciones, con un total de 16, entre ellas Mejor película y Mejor dirección.
"Pa negre", la finalmente designada para la cita en Hollywood -con todo y apoyo de Mario Vargas Llosa, como informó ayer el diario El País-, no podrá hacerle sombra ni aguarle la fiesta al manchego en los Goya puesto que ya arrasó en la edición anterior.
La pregunta es... ¿Acudirá Pedro Almodóvar a la gala del 19 de febrero? Su respuesta a las agencias informativas fue: "En mi ánimo está ir a los Goya, como dicen los católicos, Dios mediante", explicó vía telefónica desde un hotel de Nueva York -el manchego viaja a Los Ángeles a la gala de los Globo de Oro-".
"Considerando que estamos en un periodo de reconciliación con la Academia, lo adecuado es ir, porque además está todo el equipo nominado y es un modo de acompañarles", comletó, sin llegar a garantizar su asistencia. "Si te digo la verdad, en el último momento lo determinará si tengo o no dolor de cabeza", asegura.