Los propietarios de Transportes Azkar se han unido al grupo de poseedores de grandes fortunas que han decidido prescindir de sus sicav después de que el Gobierno que presidió José Luis Rodríguez Zapatero iniciara una cruzada contra este tipo de vehículos que, a mediados de la pasada década, se convirtieron en los favoritos para la gestión de los grandes patrimonios.
La familia Fernández Somoza gestionaba a través de la sicav Ardizia de Inversiones parte del patrimonio obtenido por la salida a bolsa de Transportes Azkar, que ya no cotiza en los mercados de valores. En su día, llegó a ser una de las grandes sociedades de inversión en España, con un patrimonio bajo gestión de en torno a los 150 millones de euros.
La sociedad estaba gestionada por BPA, que también se ocupa de otras nueve sicav, mientras que Santander Investment actuaba como depositaria. Ardizia pasará a ser una simple sociedad anónima, como ha sucedido también con las sicav controladas por el fundador de Inditex, Amancio Ortega, con las que administró parte del dinero ingresado en la OPV de la compañía textil.
La penalización fiscal aplicada por el Ejecutivo socialista a la retirada de dinero de estos vehículos a través de reducciones de capital hizo que algunas de las grandes fortunas optaran por adelgazar de forma significativa sus sociedades o incluso transformarlas en meras sociedades de tipo mercantil.
Repunte de la inversión colectiva
De esta forma, se han registrado numerosas reducciones de capital y también algunos rembolsos, que han hecho que queden lejanos los tiempos es que estas sociedades gestionaban patrimonios superiores a los 500 millones de euros.
Precisamente en este contexto, Ardizia de Inversiones se había convertido en una de las mayores sicav de España, toda vez que la mayoría de las que se situaban por delante en la clasificación de estas sociedades en función del patrimonio gestionado habían desaparecido o bien habían reducido en gran medida su tamaño.
No obstante, los últimos meses han sido particularmente activos en el sector de la inversión colectiva, como prueba el hecho de que en el recientemente finalizado 2011 se han creado cerca de 70 nuevas sicav, lo que supone una cifra superior a las registradas en conjunto en los dos años anteriores.
