Nokia, el mayor fabricante mundial de teléfonos móviles, anunció hoy sus planes de trasladar a Asia el ensamblaje de sus "smartphones" (teléfonos inteligentes) antes de final de año, lo que supondrá el despido de 4.000 trabajadores en sus plantas de México, Finlandia y Hungría.
Con esta medida, el gigante finlandés pretende aumentar su competitividad en el mercado de la telefonía móvil para hacer frente a rivales como el estadounidense Apple, el surcoreano Samsung y el chino ZTE.
Nokia señaló en un comunicado que las tres plantas afectadas, ubicadas en Reynosa (México), Salo (Finlandia) y Komarom (Hungría), pasarán a encargarse de la personalización de los dispositivos para los mercados europeo y americano, mientras que el montaje de terminales se realizará en Asia, más cerca de sus proveedores.
"El traslado a Asia del montaje de terminales persigue reducir los tiempos de producción. Al trabajar más estrechamente con nuestros proveedores, creemos que seremos capaces de introducir innovaciones en el mercado más rápidamente y, en última instancia, ser más competitivos", dijo Niklas Savander, vicepresidente de Nokia.
"Somos conscientes de que los cambios previstos son difíciles para nuestros empleados y estamos comprometidos a apoyar a nuestro personal y sus comunidades locales durante la transición", añadió Savander, máximo responsable del área de mercados de la multinacional finlandesa.
Actualmente, Nokia cuenta con nueve centros de fabricación de teléfonos móviles en ocho países (Brasil, China, Corea del Sur, Finlandia, Hungría, India, México y Vietnam) y una plantilla total de unos 139.000 trabajadores.