Banesto no permanecerá ajeno al inminente proceso de concentración bancaria. La filial del Santander estudia con interés la adquisición de una entidad extranjera que opera en España para ganar músculo en el nuevo mapa financiero que surgirá del saneamiento inmobiliario en el sector. Una intención que ya ha compartido el propio presidente de Banesto, Antonio Basagoiti, con los directivos de la entidad, durante la pasada semana.
Según palabras del propio Basagoiti, esta entidad extranjera se encuentra en un "proceso de desinversión" en el mercado español, lo que podría agilizar el acuerdo en caso de que Banesto decida materializar esta vía. Barclays cumple con el perfil descrito por Basagoiti. De hecho, la filial española del banco británico ha implementado una "significativa reestructuración", según Bob Diamond, presidente ejecutivo de la matriz, de su negocio en España durante el pasado ejercicio.
De hecho, en 2011, Barclays España inició un ERE que ha reducido la plantilla en 900 personas y ha significa el cierre de 142 sucursales. Además, Barclays ha reducido un 45% su exposición soberana a España. En concreto, 2.978 millones de euros.
"No hemos iniciado ninguna conversación con ninguna entidad", admiten fuentes de Barclays España. Sin embargo, en el sector es conocida la actual posición de indefinición que vive la entidad británica con respecto a su negocio en España. "Están en una situación que o crecen mediante las compras o, si no, empezarán en serio su salida del mercado español", explican desde un banco de inversión.
La tendencia, según lo manifestado el pasado martes por el propio Diamond, parece caminar por la segunda opción. El banco británico busca aumentar su rentabilidad hasta cifras del 13% y, en especial, huirá de las regulaciones más estrictas, como sucede actualmente en el mercado con la nueva reforma financiera, porque deprimen los retornos.
El perfil del cliente y plantilla joven de Barclays se ajusta a la perfección al interés de Banesto. Además, la presencia del banco británico en la zona mediterránea, donde se instauró para dar cobertura a los turistas o pensionistas de las islas que pasan largas estancias en España, puede completar el déficit de red que actualmente tiene la filial del Santander en ese área.
La posible unión de Banesto con Barclays es una alianza del que se habla en el sector desde hace tiempo. Sin embargo, algunas fuentes consideran complicado ese matrimonio debido a las tensas relaciones que han vivido, en determinados momentos, la matriz británica con Santander UK en Reino Unido.
"En estos momentos del proceso, todo el mundo habla con todos", reconocen fuentes de Banesto, de quien Emilio Botín aseguró, durante la presentación de resultados del grupo hace apenas dos semanas, que "es una entidad que ni se vende ni se integrará en la red del Santander". Su única vía de crecimiento para ganar músculo en el nuevo marco pasa por las compras. De esta manera, Banesto cumpliría con la exigencia de los mercados que demandan tamaños superiores a 150.000 millones en activos para prestar, cuando se abra el mercado. Actualmente, el tamaño de Banesto es de 106.000 millones.
De desecharse esta opción, el crecimiento inorgánico de Banesto se produciría por la compra, a través del Santander, de alguno de los bancos de cajas que serán subastados o, incluso, el propio Banco de Valencia ante la necesidad de red en la zona levantina.