La oficina regional de Lazio del Tribunal de Cuentas de Italia ha multado a diez concesionarias de máquinas recreativas con 2.500 millones de euros, de los que 120 millones corresponden a la firma catalana Cirsa. La sanción tiene su origen en las discrepancias que mantiene desde 2007 el Tribunal de Cuentas italiano y el regulador nacional del juego Amministrazione Autonoma Monopoli di Stato (AAMS) en torno a la normativa que rige el sector.
Otra de las empresas multadas es Codere Network, filial del grupo español de juego privado Codere, al que se le ha impuesto una sanción de 115 millones de euros.
Inicialmente, el tribunal reclamaba a las concesionarias 98.000 millones de euros, 3.500 de ellos a Codere Network.
Fuentes de Cirsa han asegurado que recurrirán ante el Tribunal Superior de Justicia de Italia la multa, que consideran injustificada, ya que la compañía, según su versión, se limitó a cumplir con la reglamentación hecha pública por el órgano regulador del juego en 2004 y que también ha sido sancionado.