La inspección ordinaria del Banco de España que empezó en Banco de Valencia, a finales de 2010, ha terminado por tener consecuencias en Bancaja, su accionista mayoritario hasta la entrada del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Al hilo del desfase patrimonial en el Valencia, de 585 millones según reconoció ayer la entidad a la CNMV, que concluyó con su intervención el pasado 21 de noviembre, la continuada investigación del supervisor encontró alteraciones contables en Bancaja relacionadas con la sobrevaloración de activos del banco cotizado al efectuar la integración de las siete cajas que conforman el grupo BFA-Bankia. El Banco de España, según informan a Vozpópuli fuentes conocedoras del proceso, puso esta nueva situación en conocimiento de las tres entidades involucradas en las últimas semanas: Banco Financiero y de Ahorros (BFA), matriz de Bankia, Bancaja y Banco de Valencia.
La comunicación del supervisor conllevaba además el mandato de poner en orden la valoración de activos en el balance de Bancaja, derivados del Banco de Valencia, a través de una nueva auditoría de las cuentas de la caja valenciana. Auditoría aprobada por el consejo de BFA del pasado 7 de febrero y que ha recrudecido el enfrentamiento entre Rodrigo Rato y José Luis Olivas. El conflicto auspiciado por la salida del segundo de la vicepresidencia del grupo, puede acabar con ambos banqueros en los tribunales, según informaba ayer este medio, como consecuencia de la negativa del consejo de Bancaja a que se estudien las cuentas de sus últimos ejercicios.
Esta revisión patrimonial de Bancaja se ha convertido en fundamental para que BFA pueda sanear sus activos inmobiliarios contra patrimonio, incentivo que el nuevo decreto de refoma financiera sólo permite paras las entidades que iniciaron su fusión a partir del 1 de septiembre de 2011. Según fuentes del sector, el ministerio de Economía sí está dispuesto a permitir el saneamiento contra patrimonio cuando se pueda demostrar que se ha producido una alteración sustancial en el valor de los activos de una entidad integrada en un Sistema Institucional de Protección (SIP), según establece la norma internacional contable. Eso es lo que ha sucedido con Bancaja tras el agujero aparecido en Banco de Valencia. De hecho, la auditoría que ha solicitado Rodrigo Rato de Bancaja está enfocada a ejecutar esa solución para permitir el futuro en solitario de Bankia.
Además de las ventajas para el saneamiento de los activos inmobiliarios, el recálculo de los activos conllevará un cambio en el reparto de poder en el accionariado del grupo. La pérdida de Bancaja, que cuenta con algo más del 37% de cuota, se repartiría porcentualmente entre las otras seis cajas en función de su representación actual. "No sólo el resto gana poder sino también más dividendos. Ese dato es fundamental porque esa mayor aportación puede garantizar la obra social de alguna de las cajas más pequeñas del grupo", explican desde una caja.
La negativa de Bancaja de someterse a esta nueva auditoría pone en peligro esta vía encontrada por el grupo que preside Rodrigo Rato para limpiar su ladrillo. "Hay que desbloquear esta situación cuanto antes porque nos estamos jugando el futuro de la entidad", aseguran desde varios despachos de Bankia, que consideran que el consejo de la matriz de Bankia debe reunirse de inmediato para estudiar cómo lograr que Bancaja se someta a la auditoría.
"Con la auditoría no se busca ninguna vía para romper el SIP y que Bancaja salga de BFA-Bankia. Ni Economía ni el Banco de España lo permitirían y eso no es lo que se pretende. Simplemente, hay que reordenar esta situación lo antes posible", explican directivos de Bankia. "La música parece sonar de la misma manera a como lo hacía cuando se rompió Banco Base, después de que Cajastur y sus socios descubriesen el agujero de la CAM. Entonces, había posibilidad de marcha atrás. Ahora eso no es posible por la propia inercia de la integración y el coste que significaría. El futuro de Bankia, y de la reestructuración financiera, pasa por esa auditoría", explican desde un banco.
Fuentes jurídicas aseguran que Bancaja puede optar por la vía judicial para paralizar el proceso de revisión de cuentas. "Si así fuera", explican desde un despacho de abogados que ha participado en procesos de constitución de SIP, "BFA-Bankia tendrá que esperar a que concluya la inspección del Banco de España para conocer la verdadera valoración de los activos de Bancaja".
La opción que se abre para Bankia puede generalizarse en el resto de SIP que hay actualmente en el sistema financiero español si éstos pueden demostrar la existencia de importantes desfases en la valoración de activos, como ha sido el caso del Banco de Valencia, desde que se constituyeron las diferentes uniones de cajas.
"Con esta opción, Bankia se puede ahorrar miles de millones en provisiones. Por tanto, es más fácil que pueda seguir en solitario", admiten desde el sector. De hecho, el grupo que preside Rato ya ha adelantado contra el patrimonio del Banco Financiero y de Ahorros (BFA) una gran parte del saneamiento del suelo que existía en el balance de la entidad. La cifra se hará oficial, según explicó el propio Rato en la presentación de resultados de Bankia, cuando se publiquen las cuentas de BFA en marzo próximo.
Si Bankia se mantiene en solitario, tendrá que cubrir en este 2012 contra necesidades brutas de provisiones y requerimientos de capital, conforme a la nueva regulación del sector, por valor de 5.070 millones de euros (3.396 millones en provisiones brutas y los 1.674 millones restantes en "buffer" o colchón de capital). En 2011, el banco cotizado ya dotó 1.139 millones para sanear su cartera inmobiliaria.