ACS va a tener muy difícil percibir el dividendo de su participada Hochtief, precisamente el año después de la OPA que permitió al grupo español controlar más del 50% del capital de la alemana. El mercado comienza a dar por descontado que la empresa germana no repartirá dividendo, sobre todo después de que su consejero delegado, Frank Stieler, recordara que la compañía siempre ha recurrido al beneficio para retribuir al accionista y nunca a las reservas de caja.
Las propias estimaciones de Stieler señalan que Hochtief, que presentará sus resultados el último día del presente mes, cerró 2011 con pérdidas próximas a los 160 millones de euros. De esta forma, todo apunta a que el consejo de administración propondrá la medida de no distribuir dividendo alguno en 2012, aunque la decisión definitiva se conocerá durante la próxima primavera.
El sentimiento de mercado ha comenzado también a reflejarse en las estimaciones de diversas casas de análisis. Entre las más recientes se encuentran los de la estadounidense Goldman Sachs y la alemana Bankhaus Lampe, cuyos informes reflejan una previsión de dividendo cero en 2012.
Fuertes minusvalías
ACS comenzó a invertir en Hochtief a comienzos de 2007, con la compra de un paquete del 25%, que posteriormente ha incrementado a través de diversas compras en el mercado y de una OPA lanzada a comienzos del pasado año con el objetivo de controlar más del 50% del capital y poder consolidar así las cuentas de su participada.
De acuerdo con determinadas estimaciones del mercado, el grupo que preside Florentino Pérez acumula unas minusvalías latentes superiores a los 800 millones de euros en la compañía alemana.
De esta forma, ACS dejará de ingresar en torno a 90 millones de euros que le corresponderían por su participación en su participada alemana, un nuevo golpe a la liquidez de la compañía, cuyo volumen de endeudamiento ha generado alarma entre algunos de sus socios, ya que la cifra global supera los 13.500 millones de euros.
Sin revisión del 'guidance' pese a Leighton
Otro de los aspectos que ha llamado la atención de los analistas ha sido el hecho de que Hochtief no ha puesto en revisión sus estimaciones pese a que su filial australiana Leighton, la auténtica joya de la corona por los grandes contratos que consigue (especialmente en la región de Asia/Pacífico), ha rebajado sus estimaciones de beneficios desde los 410 millones de dólares australianos (algo más de 332 millones de euros) hasta los 340 millones de dólares australianos (275,4 millones de euros).
Hochtief está tratando de resolver sus problemas con la venta de activos aunque, al igual que sucede con su matriz ACS, se está atascando en este capítulo. Así, la germana ha retrasado en algunas ocasiones la venta de su filial de aeropuertos e incluso se plantea vender los activos por separado. Algo similar ocurre con su división de activos inmobiliarios.