“Desde la transversalidad podemos construir un poder andaluz y hacerlo desde las instituciones”. El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha consolidado este miércoles su perfil andalucista, que tantos réditos le ha dado, junto al histórico fundador del Partido Andalucista (PA), Alejandro Rojas-Marcos. Ambos han presentado el libro ‘Por un poder andaluz’ obra del historiador José Luis de Villar. La cita ha tenido lugar en el Museo de la Autonomía, ubicado en Coria del Río (Sevilla) y erigido en su día en honor a Blas Infante, considerado el padre de la patria andaluza, y fusilado en 1936, al inicio de la Guerra Civil.

Y es que la transversalidad ideológica de Moreno Bonilla como líder del Partido Popular de Andalucía, una formación de centro derecha moderado, es de tal magnitud que el también presidente del Ejecutivo autonómico puede formar parte del paisaje actual de un renacido “andalucismo constitucional”. Un concepto que  Moreno emplea, pero que no es nuevo. Lo acuñó el exlíder del PP-A Javier Arenas. Fue él quien introdujo los símbolos de Andalucía, empezando por la bandera, cuando José María Aznar, al frente de la nave conversadora de Génova, pero aún fuera de Moncloa, le encargó liderar el partido en esta comunidad autónoma y sacudirse lo rancio.

Durante la presentación de la citada obra, que consta de varios volúmenes y arranca en la etapa 1965-1976, Moreno ha llegado a congratularse de “tener suerte” ante el hecho de que Rojas- Marcos ya no esté en la política activa. De lo contrario, ha dicho el presidente, “se llevaría parte de mi electorado”. Entre el público se encontraban otros históricos exdirigentes del PA, como Miguel Ángel Arredonda, el exedil hispalense Agustín Villar; el exconsejero de Justicia Juan Ortega y el exconsejero de Turismo de la Junta José Antonio Hurtado.

Rojas-Marcos ha definido a su criatura, el extinto PA, como “un partido de izquierda moderada”, frente al modelo de “centro derecha moderado” que ha atribuido a Moreno. A pesar de ello, el actual presidente de la Junta de Andalucía tiene el gran mérito de haber fagocitado para el PP-A a los antiguos votantes andalucistas, más allá de algunas siglas residuales como Andaluces Levantaos, formado por antiguos miembros del Partido Andalucista. Ya en el último congreso regional del PP andaluz, celebrado en Granada en noviembre de 2021, llamó la atención que Moreno hablara de su partido en estos términos por primera vez: "Somos el PPA", lo que fue entendido como otro guiño al desaparecido PA, extinguido en 2015.

Al colchón de votos andalucistas que tienen los populares andaluces se suma la absorción de Ciudadanos, tanto en las urnas como en cargos de la Junta, así como lo más importante: cerca de 300.000 antiguos votantes de Susana Díaz que confiaron en el gobernante centrista el pasado 19-J. Una cifra que para Génova equivale al 20% de trasvase socialista. Todo un récord al que ahora aspira la moderación de Feijóo a nivel nacional.

La mesa redonda protagonizada por Moreno y Rojas-Marcos ha servido también para conocer, por boca del gobernante andaluz, que el veterano expolítico representa para él “una referencia política constante”. Hasta ahora tales elogios sólo se los dedicaba, casi en exclusiva, a quien él denomina “padre de la Andalucía moderna”. No es otro que el recientemente fallecido exministro de la UCD Manuel Clavero Arévalo.

Clavero renunció a su cartera ministerial, en el último gobierno de la UCD de Suárez, cuando éste se negaba a concederle a Andalucía su ansiada autonomía por la vía del artículo 151 de la Constitución, el que triunfó finalmente en el referéndum del 28 de febrero de 1980. Para la historia queda la nefasta campaña publicitaria del Estado, con Lauren Postigo como protagonista, en la que éste clamaba aquello de “¡Andaluz, este no es tu referéndum!”. Aquello fue considerado el pecado original de la derecha andaluza. Un estigma que el PP tardó lustros en quitarse de encima hasta que Arenas protagonizó su amarga victoria de 2012 (ganó pero no pudo gobernar). Luego vendría el Ejecutivo de PP y Cs, apoyado por Vox, tras las elecciones de diciembre de 2018 que derribaron casi 40 años de socialismo. El 19 de junio pasado Moreno consiguió la transformación total en las urnas (58 escaños de mayoría absoluta), algo que él mismo bautizó como “una nueva mayoría social”.

Cuando Moreno repasaba ante los presentes su sentimiento andalucista ha tenido un recuerdo especial enfocado a la noche de su arrolladora victoria electoral del pasado mes de junio: “lo primero que tengo en la cabeza en ‘prime time’ con ese resultado del 19 de junio es que yo saco la bandera de Andalucía”. De esta forma, en presente histórico, el presidente ha recordado cuando literalmente se envolvió en la blanquiverde. La misma que le acompañó durante toda la campaña electoral, después de que en el primer mitin unos niños se acercaran hasta su atril en Málaga para regalársela.

Para ilustrar que para él "Andalucía está por encima de mi partido", Moreno ha recordado cuando siendo líder de la oposición, frente a Susana Díaz, "voté en el Parlamento de Andalucía en contra de Rajoy y del ministro Montoro", en alusión al exministro de Hacienda, y en sintonía con el voto de la entonces consejera del ramo, María Jesús Montero, ahora ministra del PSOE. Fue un posicionamiento frente al modelo de financiación del PP al que, por cierto, Ciudadanos no se sumó. Los populares andaluces le sacan aún partido a su postura, a día de hoy, cada vez que se lo demandan a la titular de Hacienda en el Gobierno de Sánchez.

“Me siento andalucista en el sentido de que mi pulsión y pasión es ser presidente de la Junta de Andalucía”. Esta ha sido otra de las frases que Moreno deja. A ello se suma la casi promesa de convertir el 4 de diciembre en el “Día de la Bandera Andaluza”. Así se lo ha pedido Rojas Marcos. En tal fecha de 1977 millones de andaluces salieron a las calles par reivindicar su autonomía plena. El PSOE instauró como día de Andalucía el 28-F, jornada del famoso referéndum, algo que no gustó a los andalucistas.

Moreno ha recordado el 4 de diciembre de 1977 para evocar su niñez desde Málaga y rememorar “aquellas manifestaciones y las banderas en la calle”. Sostiene, en respuesta a la petición de Rojas Marcos, que “como las cosas que tienen sentido nos las tomamos en serio y suelen salir es posible que esto salga adelante”. Así pues, es previsible que la holgada mayoría absoluta con que cuenta el PP en el Parlamento le permita este nuevo guiño al andalucismo histórico, un sentimiento del que se había apropiado el PSOE andaluz.

La celebración de este acto de presentación del libro ‘Poder andaluz’ en la que también es sede del Centro de Estudios Andaluces (CENTRA), organismo dependiente de la Junta que elabora los sondeos de opinión ha permitido a Moreno ofrecer algunos datos que acreditan el cambio de tendencia en la sociedad, con respecto a los símbolos andaluces: “En los últimos cuatro años el sentimiento de pertenencia a Andalucía ha crecido casi un diez por ciento”.

A juicio de Moreno el incremento del sentimiento de pertenencia a esta comunidad autónoma en la sociedad se debería “probablemente a porque  antes había gente que veía el manoseo de los símbolos desde un poder monolítico”, en clara alusión a los sempiternos gobiernos del PSOE desde la preautonomía en adelante. 

A la hora de reclamar la "necesidad de un poder andaluz" en las instituciones Moreno, sin citarlo, se ha referido al poder de decisión que tiene siempre el PNV en los Presupuestos Generales del Estado, entre otros asuntos relevantes: "Lo que no puede ser es que seis diputados de un partido concreto y de una comunidad autónoma concreta determinen inversiones y políticas que deben ser para el conjunto y que puedan menoscabar las posibilidades que tiene Andalucía".

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