España

Carromero pide al Gobierno que reconozca su inocencia: "Si hay un indulto justo, ése es el mío"

Presenta su libro en rueda de prensa sobre el “accidente provocado” que costó la vida a los disidentes cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero. “Si hubiera sido condenado por una tribu de la selva, el Consejo de Ministros también habría dado validez a la sentencia con tal de traerme”, señala el dirigente de Nuevas Generaciones.

  • Ángel Carromero en una imagen de archivo

El número dos de Nuevas Generaciones de Madrid, Ángel Carromero, ha presentado este miércoles en rueda de prensa en Madrid su libro Muerte bajo sospecha. Toda la verdad sobre el caso, para “que se conozcan más detalles” del suceso que costó la vida a los disidentes cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero. Acompañado de Ofelia Acevedo, viuda de Oswaldo, Carromero aprovechó la ocasión para reclamar al Gobierno que reconozca su inocencia.

“Si hay un indulto justo, sería este, que ha pedido la propia familia de la víctima. No veo ninguna causa objetiva para que no se conceda. Cuando dijo el fiscal que yo no estaba arrepentido, de qué se tiene que arrepentir una persona inocente”, se ha preguntado el asesor del PP en el Ayuntamiento de Madrid. Además, ha subrayado que fue juzgado “en una dictadura donde no hay Estado de Derecho”. “Soy una persona inocente, una víctima más del castrismo”, ha reiterado. 

En esta línea, Carromero, a quien la líder del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, acompañará en otra presentación por la tarde, ha señalado que “el Consejo de Ministros tuvo que dar validez a la sentencia condenatoria de Cuba. Si hubiera sido condenado por una tribu de la selva, también lo habrían hecho para traerme”, ha recalcado. Asimismo, el secretario general de NNGG de Madrid ha negado que Génova haya revisado el libro para introducir cambios, “algo que no hubiera permitido”, ha dicho. No obstante, ha reconocido que “ha habido gente que hubiera preferido que me callara”

“Soy una persona inocente, una víctima más del castrismo”, ha insistido Carromero

En concreto, el libro recoge en medio capítulo los pormenores de lo ocurrido, que según ha remarcado, fue un “accidente provocado”, versión totalmente contraria a la de las autoridades cubanas. “El coche se seguía acercando excesivamente; tanto, que podía ver los ojos de sus ocupantes clavados sobre nosotros. Sentí miedo. Nunca me había visto en una situación semejante. No supe qué iban a hacer, si adelantarnos o daros el salto. Seguimos a velocidad constante; circulábamos por una carretera secundaria, casi por un camino, lleno de baches. El coche azul se acercó más y más. Se nos echó encima. Sentí un golpe fuerte y un sonido seco, metálico. Perdí el control del vehículo. Es lo último que recuerdo”. 

Peguntado por Vozpópuli sobre el destino de los beneficios que obtenga por las ventas del libro, Carromero no ha afirmado que vaya a compartirlos con la familia Payá o el Movimiento Cristiano de Liberación y se ha limitado a contestar: “Eso es un tema privado que hablamos entre nosotros”. Sobre su situación personal, ha declarado: “Mi vida acabó en Cuba, se truncó la vida de un joven en un instante, he intentado rehacerla. Estoy muy agradecido a Dios, o cómo quieran llamarle, de seguir vivo y poder estar en casa”. 

Reproche de la familia a la Justicia española 

Por su parte, Ofelia Acevedo ha lamentado que “el apoyo que hemos recibido de las instituciones judiciales españolas ha sido nulo”. “Queríamos que se abriera una investigación y no ha ocurrido, pero vamos a continuar buscando una investigación internacional. Contamos ahora con el testimonio explícito de Ángel”, ha señalado. La viuda del exlíder de la disidencia cubana también se ha referido a los Gobiernos español y cubano y ha sostenido que “aceptaron ventilar este caso por la relación entre ambos países”

“Mi vida acabó en Cuba, se truncó la vida de un joven en un instante, he intentado rehacerla"

La Audiencia Nacional tumbó el pasado septiembre la teoría según la cual las muertes de Payá y Cepero en julio de 2012 fueron parte de un "asesinato de estado" perpetrado por el Gobierno de Raúl Castro. El juez Eloy Velasco inadmitió la querella presentada por la familia de Payá por "falta de competencia".

El magistrado entiende que "el relato de la querella contradice la versión de los hechos declarados probados en la sentencia que condenó a Carromero en Cuba; sentencia que el propio Carromero aceptó, al igual que el Gobierno español". Tras el accidente, el asesor en el Ayuntamiento de Madrid fue condenado a cuatro años de cárcel por "homicidio imprudente", pero en enero de 2013 fue extraditado a España gracias a la labor diplomática del Ministerio de Exteriores.

En España, Carromero consiguió en tiempo récord el tercer grado penitenciario que le permitió abandonar en apenas unos días la cárcel; de ahí pasó a obtener la libertad condicional y a llevar la tobillera telemática, así como a recuperar su puesto en el Consistorio madrileño. El pasado 4 de septiembre, la Audiencia le negó formalmente el indulto alegando que Carromero "hace una vida normal" con su actual estatus. 

Chantaje sobre la declaración

Carromero empezó a airear su teoría de la conspiración hace un año en medios internacionales como The Washington Post. En una primera entrevista en este diario, el dirigente de Nuevas Generaciones aseguró que desde el régimen castrista le advirtieron de que era su "enemigo" y que "era muy joven para perder la vida". "Uno de ellos me dijo que lo que había contado no había ocurrido y que debía tener cuidado pues, dependiendo de lo que declarara, las cosas podrían ir muy bien o muy mal para mí", relató.

Su argumentario ha albergado lagunas desde entonces: en una ocasión aseguró que les perseguía un coche rojo, y en el libro señala que era azul; también afirmó que Payá llegó vivo al hospital cubano y que vio cómo le inyectaban algo a través de una jeringuilla. 

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