Mientras el presidente catalán se apropiaba de las cámaras de la televisión pública TV3 para dar un aire de solemnidad a la disolución del Parlament y al adelanto de las elecciones autonómicas para el 27 de septiembre, la propia Generalitat filtraba a los medios un comunicado en el que se resaltaban los “éxitos” en las gestión en la segunda legislatura que Artur Mas ha sido incapaz de agotar.
Más impuestos en Cataluña y la deuda es de 67.000 millones
La Generalitat catalana –gobernada desde 2012 por CiU con el apoyo de sus socios independentistas de ERC- sacaba pecho y resaltaba la reactivación económica de Cataluña, sin hacer mención a que bajo el mandato de Mas se han creado nuevos impuestos, se ha elevado el tramo autonómico del IRPF catalán convirtiéndose el tipo máximo en el 56%. Otro dato que obvia el documento de la Generalitat es que la deuda de Cataluña es la mayor de todas las autonomías españolas y alcanzará los 67.100 millones de euros al cierre del ejercicio de 2015, según la previsión de la Generalitat. Tampoco se hacía mención en el documento a los más de 40.000 millones de euros que desde 2012 el Gobierno central de Mariano Rajoy ha entregado al Gobierno catalán a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y del fondo a proveedores para pagar las nóminas de los funcionarios catalanes o, por ejemplo, para pagar las facturas de las farmacias en toda Cataluña.
Tampoco se hacía mención en el documento a los más de 40.000 millones de euros que desde 2012 el Gobierno central de Mariano Rajoy ha entregado al Gobierno catalán a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA)
Eso sí, el Gobierno catalán deja claro en su balance de la legislatura inacabada que la Generalitat ha promovido la mejora del Estado del bienestar y la creación de empleo en esta comunidad autónoma. Desde la administración catalana se asegura que en los últimos cinco años la cifra de afiliados a la Seguridad Social ha alcanzado las tres millones de personas y se ha cuadruplicado el presupuesto público catalán destinado a la dependencia de los mayores catalanes.Si se comparan los datos del Gobierno catalán con los datos macroeconómicos de Cataluña se observa que mientras desde la Generalitat se afirma que se ha creado empleo desde el año 2013 y la contratación ha crecido un 28%, lo que contrasta es que desde el segundo trimestre del ejercicio de 2010, según datos consultados por Vozpópuli de la Encuesta de Población Activa (EPA), ha aumentado la tasa de paro, el número total de parados catalanes y la temporalidad.
El paro aumentó en Cataluña durante los primeros tres meses de 2015 y sumó 1.500 personas hasta alcanzar los 758.000 desempleados, según la EPA. Es el segundo trimestre consecutivo en el que la comunidad pierde ocupación, lo que ha elevado la tasa de paro del 19,88% de finales de 2014 al 20,05% actual. En el conjunto de España, la cifra de parados disminuyó en ese período en 13.100 personas hasta situarse en los 5.444.600. Sin embargo, la caída del 0,55% la población activa hizo crecer la tasa de desempleo del 23,7% al 23,78%.
El Gobierno catalán esconde los recortes sociales
El ejecutivo de Artur Mas, que opta a la reelección el próximo 27 de septiembre en una lista independentista junto con ERC, se esconden los sucesivos recortes de plantilla en el ámbito educativo: En el año 2012 se aprobaron 1.700 profesores menos en el sistema educativo catalán. En política social, el govern destaca el incremento de partidas destinadas a las becas comedor y renta mínima, pero lo que no se dice o se obvia por parte de Artur Mas es que los beneficiarios son menos que en el año 2011.
La política de recortes en materia social que ha aprobado Artur Mas en los últimos tres presupuestos con el apoyo de ERC tampoco se detallan, pero se destaca que “las partidas sociales han sido prioritarias” en la planificación del Gobierno catalán. En vivienda destaca el impuesto sobre los pisos vacíos y el aumento de ayudas sociales. Mientras que plataformas antideshaucios como la PAH insiste en que el alquiler social es más que insuficiente en las grandes ciudades catalanas como Barcelona y Girona.