La cuenta atrás para el proceso soberanista ha comenzado, se afirma en las filas republicanas, y ha llegado el momento de retratarse ante los catalanes y ante España con referencias objetivas. La principal espera obtenerla Oriol Junqueras (ERC) el próximo 20 de diciembre en una sesión solemne en el Parlament que CiU ha empezado ya a preparar y en la que Artur Mas tendrá que anunciar la fecha en la que pretende convocar a los catalanes a pronunciarse sobre la independencia y también la forma en que piensa hacerlo. Ante el riesgo de que el presidente de la Generalitat pudiera recular, y presiones para ello no le faltan, ERC le ha enviado el siguiente recado: o pone fecha a la consulta antes de Nochebuena o Cataluña se queda sin presupuestos para 2014 y va en picado a nuevas elecciones anticipadas, que posiblemente tendrían carácter plebiscitario.
La votación de los Presupuestos de 2014 se hará un día antes de la sesión solemne que CiU prepara para anunciar la fecha y la pregunta del referéndum
Los republicanos ya le han suministrado a CiU una primera bombona de oxígeno al votar hace una semana en contra de todas las enmiendas a la totalidad de los presupuestos. Pero la prueba de fuego llegará los días 18 y 19 de diciembre, cuando se vote la aprobación definitiva de las cuentas del año que viene. Y si entonces ERC no vuelve a avalarlas, Artur Mas perderá la principal herramienta que tiene para gestionar la asfixia financiera –más de 50.000 millones de deuda– que sufre su Comunidad.
ERC mueve así su tormentosa relación con CiU, entre el chantaje y la presión, consciente de que aunque no llegue a celebrarse el referéndum, Junqueras obtendrá un éxito sin precedentes simplemente cuando la fecha de la convocatoria dé la vuelta al mundo y esté en las portadas de muchos medios internacionales, siguiendo el ejemplo escocés. El movimiento de piezas en este endiablado tablero de ajedrez no se detendrá aquí. El siguiente paso consistirá en trasladar al Congreso de los Diputados la solicitud para que el Gobierno autorice el referéndum y, cuando éste se rechace con los votos del PP, PSOE y UPyD, abrir el debate para la aprobación en el Parlament de una ley de consultas propia que más tarde sería recurrida ante el Tribunal Constitucional por el Ejecutivo de Mariano Rajoy.
CiU y ERC dan por hecho que el Gobierno recurrirá al Constitucional la ley de Consultas que se llevará en febrero al Parlamento autonómico
Es aquí, según fuentes republicanas, cuando de nuevo se llamará a una gran movilización popular en Cataluña a favor de la independencia y cuando se sentarán las bases de una nueva convocatoria electoral en la que Junqueras reúne todas las papeletas para encabezar la lista más votada. “De eso se trata”, se confiesa en ERC.
“Lo primero es colocar en el estante catalán la misma mercancía que acaba de enseñar Escocia y demostrar que allí se envuelve en un papel institucional y, por el contrario, aquí choca con un cúmulo de obstáculos democráticos”, afirman fuentes de la dirección de ERC. “A partir de ahí habremos logrado un gran triunfo y no dependerá solo de nosotros lo que ocurra”, advierten.
Los republicanos ven como un triunfo que Cataluña se pasee por todos los medios internacionales, siguiendo el ejemplo escocés
Desde un sector de CiU se ve el guion soberanista con preocupación creciente, pues cada vez se evidencia con mayor nitidez “hasta qué punto Artur Mas está siendo rehén de ERC” y contribuyendo, incluso, a alimentar la futura campaña electoral de los republicanos.