Junts no rebaja el tono contra el Ejecutivo de Sánchez. Después de que Puigdemont agitase la amenaza de una cuestión de confianza para descabalgar al presidente —un órdago de carácter simbólico dada su falta de viabilidad— y de que la diputada Miriam Nogueras escenificase en el Congreso que su respaldo a los presupuestos socialistas pende de un hilo —"muevan el culo y cumplan", le espetó al Ejecutivo—, Sánchez está tratando de calmar las aguas. Y para ello el presidente defendió ayer en un corrillo informal con periodistas hacerse una foto con Puigdemont, aunque sin concretar una fecha. Una reclamación en la que los neoconvergentes vienen insistiendo en los últimos tiempos para rehabilitar completamente a su líder —que aún permanece fugado de la justicia pese a la amnistía—. Pero para Junts el gesto de Sánchez no es más que una "cortina de humo".
Así, tras afirmar Sánchez que un eventual encuentro sería "coherente" una vez aplicada la amnistía, el vicepresidente y portavoz de Junts, Josep Rius, ha tachado en una entrevista en RTVE de "oportunista" y de "cortina de humo" la propuesta. Además, ha mantenido que su formación no caerá en el "chantaje" del PSOE que alerta de un gobierno de PP y Vox como "coartada" para no cumplir con las cesiones acordadas con Junts. Por lo demás, no ha pasado por alto que el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, tampoco haya "encontrado el momento" de reunirse con el líder de Junts.
En cuanto a las posibles consecuencias de que Sánchez no se someta a una cuestión de confianza —tal y como el propio presidente ha avanzado—, Rius ha omitido desvelarlas. Eso sí, ha desligado la cuestión de su apoyo a los presupuestos. No hay que olvidar que Junts ha insistido en que su respaldo al Gobierno es circunstancial y tiene lugar "votación a votación".