El rey Juan Carlos sí estará finalmente el próximo lunes en los actos conmemorativos del bicentenario del Tribunal Supremo. El que aún no se sabé si estará es el por ahora presidente de esta institución y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Dívar. La Casa Real ha confirmado a través de su página web que finalmente el monarca "presidirá el acto académico que se celebrará para conmemorar la creación del Tribunal Supremo por las Cortes de Cádiz", después de que en los últimos días se especulase con su posible ausencia en dichos fastos para no coincidir con Dívar. De hecho, aún ayer portavoces oficiales de esta institución reconocían a Vozpópuli que, pese a lo afirmado días antes por los servicios de prensa del alto tribunal, no era seguro que el rey asistiera al mismo.
La confirmación de la Casa Real se produce cuando arrecian las presiones sobre el presidente del CGPJ para que abandone su puesto incluso antes de que se celebre este sábado el pleno extraordinario convocado por cinco vocales para exigir su cese. Todas las asociaciones de jueces, desde la progresista Jueces para la Democracia hasta la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura o la centrista Francisco de Vitoria, han mostrado públicamente su malestar por la situación que atraviesa el órgano de gobierno de los jueces tras el escándalo por los 32 viajes de fin de semana a Marbella y otros puntos de España de su presidente. Algunas han exigido públicamente su dimisión.
La mayoría de los miembros del CGPJ coinciden en que Dívar debe abandonar la presidencia ya pero discrepan en el cómo
Este sentimiento empieza también a ganar fuerza entre los 20 vocales que comparten mesa con el denostado presidente. Si hace unas semanas sólo cinco de ellos se mostraron abiertamente partidarios de su marcha, ahora muchos de los que entonces le mostraron su apoyo o, simplemente, rechazaban su salidaa, han cambiado de posición. "Debe dimitir", reonocía a este diario uno de estos últimos. Sin embargo, no todos tienen una posición común sobre cómo resolver la crisis. Cuando mañana se sienten en el pleno, tendrán sobre la mesa dos propuestas: una, su dimisión, que defienden cuatro vocales. La segunda, su remoción, que reclama el consejero José Antonio Gómez Benítez, el que destapó el escándalo de los viajes.
El voto de doce vocales
Todo parece indicar, que la mayoría prefiere la primera, que sea el propio Dívar el que ofrezca su salida. Para la segunda sería necesario que votaran a favor 3/5 partes del Consejo, es decir, doce vocales, algo que miembros del Consejo reconocen que en este momento no parece posible. De este modo, la continuidad de Dívar o no al frente del CGPJ queda, paradójicamente, en sus propias manos y, hasta ahora, él se ha mostrado abiertamente contrario a ella ya que considera que sería un reconocimiento de unas irregularidades con los gastos que él sigue negando.
De hecho, Dívar intentó una maniobra para retrasar la convocatoria del pleno de este sábado al próximo jueves, y así asegurarse la presencia en los actos del lunes. Y ello a pesar de que, según señalan fuentes dl Consejo, él tiene ya asumido que su marcha es irremediable, aunque quiere decidir los tiempo. Un vocal del CGPJ criticaba a este diario que su empecinamiento por presidir los factos del bicentenario no tienen otro objetivo que convertir los mismo en "un acto de reafirmación a su figura con el rey como notario".
