Los últimos datos de la evolución del paro en la Comunidad Valenciana correspondientes al mes de agosto han sido muy negativos, ya que se han registrado 6.994 parados más lo que supone un 17,2% del incremento total de parados en España que fue de 40.428 personas. Además, esta subida en el número de parados valencianos es mayor que la que se registró en los meses de agosto de 2020 y 2021, lo que ha encendido la luz de alarma entre los responsables económicos del Gobierno valenciano.
A estas cifras se une el hecho de que en el mes de julio, que tradicionalmente es muy bueno en términos de creación de empleo en la Comunidad Valenciana, apenas bajó en 2.937 personas. Estas dos realidades de los meses de mayor actividad turísica en la región dibuja pues un escenario de tendencia a la desaceleración.
Por provincias, según los datos del SEPE, Alicante ha visto como se ha situado el número de parados en 142.368 personas; 174.464 en Valencia y 35.993 en Castellón para un total de 352.825 personas sin empleo con las cifras cerradas en agosto.
El colectivo de jóvenes preocupa, ya que se ha incrementado el paro en el segmento de la población de menores de 25 años en un 7,2%, siendo uno de los principales retos a mejorar en el futuro más inmediato. El acceso a la vivienda y a un proyecto de vida sostenible se dificulta cada vez más para las nuevas generaciones que se van incorporando al mercado laboral.
Es cierto que en términos interanuales la bajada del paro en la Comunidad Valenciana es de 76.749 personas en el último año, pero las previsiones del propio Gobierno de España que auguran unos meses muy duros en lo económico hacen pensar en una contracción de la economía valenciana por encima de la media nacional.
Volcada al exterior y receptora turística
La serie histórica demuestra que la Comunidad Valenciana sufre más las crisis económicas y despega con más fuerza en época de bonanza como suele ocurrir con regiones más volcadas hacia el exterior y receptoras de turismo. La crisis de 2012 ya supuso una contracción del PIB regional muy acusado y por encima de la media, y también la irrupción de la COVID-19 y las medidas restrictivas que aparejó supusieron una pérdida de empleo más acusada que la media del país.
En los últimos meses, con el levantamiento de esas medidas y la vuelta paulatina a la normalidad la economía y la recuperación de empleo en la Comunidad Valenciana había sido bastante sólida pero esta tendencia empezó a revertirse desde julio, con una generación de empleo por debajo de la habitual y ahora con la destrucción de puestos de trabajo en agosto.
La inflación desbocada, la finalización de Erte's, y la finalización de la campaña turística estival pueden hacer que el sufrimiento de la economía valenciana sea grande este otoño-invierno y por ello los principales sindicatos reclamaron ayer al Gobierno que preside Ximo Puig que implemente medidas tendentes a la creación de empleo como una de las prioridades en lo que resta de legislatura.
