La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE) ha aprobado este martes un informe sobre la protección de lenguas regionales o minoritarias que pone a España como modelo, junto a Finlandia, "por los firmes compromisos adoptados en la enseñanza superior" sobre el catalán y el sueco.
Asegura el informe que "en el caso del catalán, España no se conforma sólo con el mayor compromiso en Cataluña, sino también por ejemplo en Baleares, donde el castellano y el catalán son ambas lenguas oficiales".
La otra cara la ofrece la Universidad de Medicina y Farmacología de Targo Mures (Rumanía), que "rechaza organizar la formación en lengua húngara, a pesar de las claras disposiciones de la ley". La resolución del informe, aprobada por 130 votos a favor, 10 en contra y 24 abstenciones, pide a 22 Estados de la organización paneuropea que firmen la Carta europea de lenguas regionales y minoritarias.
España la ratificó en 2001 y países como Italia, Turquía, Bélgica, Lituania, Letonia o Estonia aún no lo han hecho. También pide "asegurar la posibilidad de estudiar en la lengua regional o minoritaria durante toda la formación".
La resolución apoya la financiación de medios de comunicación que representen a las minorías para promover la calidad y llamar la atención sobre su identidad, lengua, historia y cultura, y pide evitar cuotas obligatorias de emisión en la lengua oficial.
La Cámara paneuropea -que celebra esta semana su sesión de invierno- también apoyó una recomendación al Comité de Ministros de la organización para crear un premio anual que reconozca la labor de los países que promueven activamente la utilización de lenguas regionales o minoritarias.