Dignidad y Justicia, la asociación de víctimas del terrorismo que preside Daniel Portero, va a recurrir la reciente decisión de la Audiencia Nacional de no retirar cautelarmente elementos de homenaje a presos etarras en las fiestas de la Semana Grande de Bilbao. La víctima de la banda terrorista rebate el criterio del juez e insiste en que no pide actuar por enaltecimiento del terrorismo, sino por humillación a las víctimas.
En declaraciones a Vozpópuli Portero alude a este tipo de homenajes que se suelen celebrar en algunas de las txosnas (casetas) de Bilbao durante las fiestas de la ciudad y que, como cada año, terminan denunciándose ante la Audiencia Nacional. Al respecto, el hijo del que fuera Fiscal Jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Luis Portero, (asesinado por ETA en el año 2000) insiste en que durante 17 años se han permitido estos hechos que le humillan y le vejan.
"A mí nunca nadie me ha preguntado si esas fotos de los asesinos de mi padre me degradan mi integridad. Ningún juez ni ningún fiscal. Por eso lo digo ante la opinión pública. Sí, me deshonran públicamente, me humillan ante los demás, me provocan vergüenza social, me indignan, me vejan, me mortifican, me generan bochorno, me degradan como persona, suponen una afrenta a mi familia y a mi orgullo personal", declara.
Homenaje anual a presos de ETA
Dignidad y Justicia denunció la semana pasada ante la Audiencia Nacional que la txosna de la comparsa Txori Barrote estaba exhibiendo un mural con diecinueve relojes en cada uno de los cuáles constaba el nombre de pila de uno de los presos de ETA. Del mimo modo expuso que en el interior de la caseta también aparecían fotografías enmarcadas de los presos de la banda terrorista.
La asociación recordó que la totalidad de los aludidos están condenados por delito de asesinato y que entre ellos se encuentran Harriet Iragui Gurruchaga y Jon Igor Solana Matarranz, autores materiales del asesinato de Luis Portero. Por ello se pidió no solo abrir causa para investigar estos hechos, sino también que se suspendiera de manera cautelar la exposición de estos elementos.
Durante estos 17 años, en ningún momento, ni administrativa ni judicialmente las autoridades han frenado esta constante humillación públicaDaniel Portero
Sin embargo, el magistrado del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, Joaquín Gadea, declinó la solicitud formulada por Dignidad y Justicia. El juez abrió causa por estos hechos pero desestimó la petición de la medida cautelar alegando que, de lo expuesto en las casetas, no se vislumbra la presunta comisión de un delito de enaltecimiento del terrorismo.
El criterio del juez
Con todo, ofició a la Guardia Civil, la Policía Nacional y a la Ertzaintza a fin de que informen al juzgado "de las circunstancias concretas" en las que se colocaron las fotografías de los presos de ETA que actualmente cumplen condena. "No procede acordar la retirada del mural, los relojes y las fotografías solicitadas por Dignidad y Justicia al entender que no se concurre en este caso uno de los elementos esenciales para la adopción de una medida cautelar como la interesada", expuso en un auto firmado el pasado sábado 26 de agosto.
El magistrado explicó que de lo expuesto en esta txosna no se desprenden elementos que apunten a un enaltecimiento del terrorismo y que el informe inicial aportado por la Policía vasca no determina con claridad que las fotografías exhibidas sean de miembros de ETA. No obstante, incluso aunque sí lo fueran, la jurisprudencia del Tribunal Supremo no estima enaltecimiento del terrorismo si las imágenes en cuestión no van acompañadas de "actos claros de justificación y ensalzamiento", expuso el juez.
"17 años de vejación"
No obstante, la asociación que dirige Portero va a recurrir este auto, aún incluso cuando la medida ya no tiene vigencia al haberse terminado ya las fiestas de la Semana Grande de Bilbao, para hacer hincapié en que no actúa por enaltecimiento del terrorismo, sino por humillación a las víctimas (artículo 578 del Código Penal).
"Cuando pongo denuncias ante la Fiscalía, ésta se va por las ramas y dice que no hay delito de enaltecimiento. Ya lo sé. Yo no he denunciado por enaltecimiento, sino por humillación a las víctimas, a mi familia y a mí", expone y añade que durante casi dos décadas las autoridades no han frenado "en ningún momento" la "constante humillación pública".
