El Canto del Pico, la casa que tenía Franco en Torrelodones, está en venta desde hace años pero su propietario, un conocido empresario de esa localidad, no acaba de encontrar un comprador. En los últimos meses, según ha confirmado el dueño de la finca, ha tenido varias visitas de particulares y empresas interesadas en comprar la finca como vivienda o para instalar un hotel.
El edificio está muy deteriorado y precisa una rehabilitación importante en la que hay que invertir varios millones de euros si se pretende dejarla para uso privado o público. Hace algunos años el Ayuntamiento realizó un intento para hacerse con el terreno y el edificio para hacer un parque, pero la operación finalmente no cuajó.
En los últimos años los ladrones se han llevado los pocos restos interesantes que quedaban
El edificio se puede ver desde la carretera de La Coruña y en los últimos años los ladrones han entrado en varias ocasiones y se han llevado los pocos restos interesantes que aún quedaban en el palacio.
Un incendio estuvo a punto de terminar con este icono de Torrelodones, cuya figura domina el pueblo y es visto desde muchos kilómetros de distancia. Un guarda hace paseos por la zona para evitar que el edificio sufra nuevas agresiones como el incendio que se produjo en los años 90.
El palacio, un pastiche construido con diferentes estilos, era propiedad del conde de Las Almenas. En los años 40 se lo regaló a Franco por haber vencido al "comunismo internacional". Cuentan en el lugar que Franco solía llegar por una carretera que comunicaba directamente el Canto del Pico con el Pardo. Cuando se instalaba la Guardia Civil tomaba los picos cercanos para evitar cualquier tipo de atentado contra el dictador.
Cuartel republicano
Anteriormente había sido residencia de Antonio Maura, que murió al caer por las escaleras, se cree que tras sufrir un infarto de miocardio. Posteriormente durante la guerra fue cuartel de las fuerzas republicanas y residencia de Indalecio Prieto.
Aquí pasaron la noche de bodas la marquesa de Villaverde y el doctor Martínez Bordíu
Una de las casas que hay en la entrada fue utilizada por la marquesa de Villaverde y el doctor Martínez Bordíu para pasar su noche de bodas. Jimmy Giménez Arnau y una de las nietas de Franco también vivieron en esa casa cercana a la entrada de la finca, que está poblada de peñas.
Al morir Franco la familia se llevó todos los objetos que había acumulado el dictador y la vendió a su actual propietario. Algunas personas que conocen la zona dicen que Franco pasó las últimas semanas antes de caer definitivamente enfermo entre sus peñas y bosques en una de las fincas más espectaculares de la región.
Algunos elementos, como un claustro que había sido trasladado piedra a piedra y montado en el Canto del Pico, fue devuelto hace unos años a la iglesia original.
