Son seis cartas fechadas el 24 de noviembre pasado, ya en precampaña electoral, y dirigidas a los líderes de PP, PSOE, Podemos, Ciudadanos, Unidad Popular y UPyD. Las envía la Asociación Profesional de Técnicos en Seguridad Nuclear y Protección Radiológica (Astecsn), una suerte de sindicato profesional que defiende los intereses de los “funcionarios técnicos” que trabajan en el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).
Son cartas de denuncia que dibujan una preocupante realidad en el seno del regulador que vela por la seguridad nuclear en España. Los técnicos han decidido “pasar a la acción constructiva y responsable” y por eso piden el amparo de los líderes de los seis partidos más representativos del arco parlamentario nacional. Incluido el PP, que en diciembre de 2012 decidió colocar al frente del organismo a Fernando Marti, ex secretario de Estado de Energía con el ministro de Industria, José Manuel Soria.
La misiva, a la que ha tenido acceso Vozpópuli, arranca con fuerza: “Los principios de transparencia, independencia y rigor” que componen el ADN del supervisor nuclear “últimamente se están viendo menoscabados por injerencias políticas y ajenas, cada vez más poderosas”.
Los técnicos han decidido "pasar a la acción" con la esperanza de que los partidos que formen el nuevo Gobierno conviertan al CSN en un "organismo regulador fuerte"
La carta-denuncia de Astecsn, que va firmada por su presidenta, Nieves Sánchez Guitián, alerta de que “el CSN, por medio de su Secretaria General, ha iniciado una caza de brujas en la que nuestra asociación se encuentra en el punto de mira” y advierte de “una serie de acontecimientos que restan credibilidad al organismo”.
Astecsn evita enumerar esos acontecimientos, pero son de dominio público: el despido fulminante de Rodolfo Isasia, Jefe del Área de Experiencia Operativa y Normativa del CSN, por negarse a obedecer la orden de rebajar los requisitos de información y comunicación sobre incidentes en las centrales, una modificación que además fue ordenada por la Secretaria General sin que pasara siquiera por el Pleno del CSN; la imposición de la confidencialidad sobre los informes en temas sensibles como la reapertura de la central de Garoña y la construcción del basurero nuclear (ATC) de Villar de Cañas; el sometimiento del Pleno del CSN a las presiones políticas del actual Gobierno y a las presiones empresariales sobre estos dos temas candentes; el espionaje informático al que se somete a todos los técnicos y otros trabajadores del organismo.
Los técnicos piden a los partidos políticos que ante la nueva legislatura se planteen hacer del CSN un organismo “verdaderamente independiente y despolitizado”, que permita garantizar la seguridad del parque nuclear español y poder “gestionar de forma adecuada los riesgos nucleares o radiológicos”. La carta de Astecsn se atreve a afirmar que “es peor tener un organismo regulador capturado que prescindir de él”, tal y como “demostró el accidente de la central nuclear japonesa de Fukushima”.
Astecsn recuerda el triste accidente de Fukushima, que "demostró que es peor tener un organismo regulador capturado que prescindir de él"
Piden al/los partidos que gobiernen que, al igual que han hecho bandera en la campaña electoral de reforzar las funciones e independencia de supervisores y reguladores como el Banco de España, la CNMC o la CNMV, dediquen algunos esfuerzos a hacer del CSN un “organismo regulador fuerte, con el necesario contrapeso frente a intereses privados o políticos que puedan ser contrarios al interés general. Una mala gestión de éstos, además de costes económicos elevadísimos, puede acarrear daños ambientales con consecuencias muy graves para la población y para el territorio”.
La misiva lanza un claro guiño a los nuevos partidos que traen en sus programas propuestas regeneracionistas en los ámbitos políticos, sociales y empresariales. “Ante una nueva realidad social y política emergente, donde su partido está tomando consciencia de la necesidad de poner en marcha una segunda transición que fortalezca a los organismos reguladores, nos ofrecemos a colaborar en cualquier mejora relacionada con el CSN”, afirma una de las cartas a las que ha tenido acceso Vozpópuli.