La Guardia Civil investiga imágenes grabadas desde emplazamientos que pueden suponer una vulnerabilidad en el dispositivo de seguridad en torno al chalé de Pablo Iglesias e Irene Montero. Los agentes consideran “preocupante” que el emplazamiento se haya convertido en punto frecuente de protestas y la asiduidad con la que se comparten vídeos o fotografías del chalé. El cuerpo ha reforzado la seguridad en las inmediaciones y actualmente mantiene cortado el tráfico en los accesos principales las 24 horas del día.
La situación no es la deseable para la protección de cualquier autoridad. Interior mantiene un dispositivo de seguridad para cada uno de los miembros del Ejecutivo, que puede variar en fuerza y número en función de las amenazas o de la presión social. La preferencia de Policía Nacional y Guardia Civil es que la ubicación de las viviendas sea discreta y que no haya presencia frecuente de grupos sin identificar en las proximidades, menos aún con ánimo de protesta. Todo lo contrario a lo que sucede con el chalé de Pablo Iglesias e Irene Montero.
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado analizan toda la información pública -incluida la que hay en redes sociales- que pueda contener información sensible sobre la vivienda habitual de los principales representantes políticos. Los diferentes cuerpos policiales, a través de las diversas demarcaciones geográficas, analizan foros, redes sociales y espacios públicos por si hay indicios de posibles actos no previstos que requieran un refuerzo en las medidas de seguridad.
En el caso de los dirigentes de Podemos, se investigan los vídeos grabados en emplazamientos próximos a la vivienda. Los usuarios las comparten en redes sociales con comentarios despectivos hacia los líderes de la formación morada y hacen referencias a futuras convocatorias para protestar contra ellos.
Refuerzo de seguridad
Sobre la mesa de las investigadores confluyen varios elementos que han llevado a redoblar la seguridad de los dirigentes de Podemos. La Comandancia de la Guardia Civil de Madrid notificó una instrucción el pasado 13 de marzo -en vísperas de decretarse el estado de alarma- donde detallaba el dispositivo de seguridad en torno al chalé de Galapagar. Dicha instrucción contenía una orden a los agentes para evitar que se pusieran "cartelería, banderas o cualquier otro elemento físico" en las inmediaciones del chalé. Según fuentes próximas al operativo, el objetivo de la misma era "evitar incidentes" como los que se habían registrado en el pasado.
Entonces se establecieron cortes puntuales de la vía pública alrededor de la vivienda, coincidiendo con las caceroladas de protesta contra el Gobierno por su gestión de la pandemia. Las medidas se extremaron a medida que los actos de protesta se prolongaban en el tiempo e iban sumándose más seguidores, y la Guardia Civil optó por cortar el acceso a la calle durante las 24 horas del día. Los agentes consideran que la presencia masiva de viandantes frente a la casa de dos miembros del Gobierno puede suponer una vulnerabilidad de seguridad.
El vídeo de los disparos
Coincidiendo con esta tensión por la seguridad en torno al chalé, Pablo Iglesias publicó este jueves unas imágenes en su cuenta de Twitter en la que un individuo disparaba con su escopeta en una galería de tiro contra dianas que representaban al portavoz de Unidas Podemos Pablo Echenique, del presidente Pedro Sánchez, de la ministra de Igualdad Irene Montero, del vicepresidente segundo Pablo Iglesias y del ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska.
Interior anunció la apertura de una investigación de oficio para encontrar al autor del vídeo. Este viernes, la Guardia Civil detuvo al protagonista, un hombre afincado en La Cala del Moral (Málaga), que a las pocas horas quedó en libertad.