“Mientras haya un solo suicidio en la Guardia Civil, habrá un problema”. Esta afirmación sale de los jefes de la Unidad de Psicología del Instituto Armado, que pelean por combatir un fenómeno que entre 2011 y 2018 se llevó por delante la vida de 85 agentes, según los datos oficiales que manejan en la Unidad de Psicología de la Dirección General del Cuerpo. Este año ya van cinco.
En la Unidad trabajan 44 psicólogos que hacen estudios y seguimientos a los guardias que presentan comportamientos o estados de ánimo que puedan terminar en un suicidio. “También hacemos seguimientos a los agentes cuando se incorporan al servicio después de haber cogido una baja psicológica”.
Los años más duros en la Benemérita fueron en los 90, y desde entonces la tendencia ha sido a la baja. “Los guardias se suicidan por los mismo motivos que el resto de la sociedad, es algo que siempre va a ocurrir”, explican los jefes de esta Unidad. La institución explica y defiende con datos que el fenómeno no se da en la Benemérita por motivos laborales, sino que las razones son las mismas que puede llevar a cualquier persona a quitarse la vida.
Poca incidencia de los motivos laborales
"Los motivos laborales tienen una escasa incidencia en el suicidio en la Guardia Civil". La conclusión, rotunda cuando la pronuncian estos mandos, parte de unos estudios internos a los que denominan “autopsia psicológica”, un informe clínico que se realiza al mes y medio de que un agente decida suicidarse y que consiste en entrevistar a su círculo familiar, laboral y amistoso para concluir los motivos. “El 99% de las personas deciden colaborar con nosotros”, dicen desde la Unidad, por lo que la precisión para determinar las causas es muy alta.
De todos los casos estudiados por la Guardia Civil entre 2011 y 2017, estas entrevistas ponen luz en los “factores influyentes” que desencadenan un hecho tan trágico como un suicidio. El más importante, según la Dirección General, son los problemas de pareja con un 28,6%, seguido de los “rasgos anómalos de personalidad” con un 23,5% y los trastornos psicopatológicos, con el 19,9%.
La media de suicidios se producen cuando un agente lleva 20 años desempeñando su trabajo, por lo que las entrevistas de acceso lo tienen complicado para vislumbrar que en un futuro se puedan quitar la vida
La media de suicidios se producen cuando un agente lleva 20 años desempeñando su trabajo, por lo que las entrevistas de acceso lo tienen complicado para vislumbrar que en un futuro se puedan quitar la vida. Desde Psicología explican que esos dos factores aparecen “con el desarrollo de cada persona” a lo largo del tiempo.
Los motivos laborales se engloban en siete casos que van desde la estructura de la organización del trabajo hasta la relación con los mandos, pasando por los problemas disciplinarios, entre otros. El porcentaje de influencia de estos factores suman el 5,7%, siendo los más altos los de las relaciones con los compañeros y con los jefes, que suponen el 1,4% cada uno.
Métodos de prevención
Si uno busca la tasa de suicidios en la Guardia Civil se suele repetir un dato: 2,5 veces superior a la de la población civil, un número defendido por la asociaciones profesionales. “Si queremos hacer un estudio serio hay que tomar los mismo parámetros”.
Por eso desde Psicología se coge la franja de edad que va desde los 20 hasta los 65 años ("los guardias jubilados no tienen obligaciones ni deberes", por lo que no les pueden hacer un seguimiento) y excluye a las mujeres “que sólo suponen un 7% de los miembros del Cuerpo” y porque se suicidan menos. Desde la Benemérita explican que la tasa media de suicidios en el Cuerpo desde 2011 hasta 2017 ha sido del 13,65 por cada 100.000 habitantes, frente al 12,47 de la población civil, lo que las sitúa en niveles similares.
Desde 2005 la Benemérita cuenta con un protocolo antisuicidios que se pone en acción cuando un agente presenta un parte de baja psicológica, cuando advierte de viva voz de que siente alguna tendencia suicida o lo hace un compañero o mando cuando perciben comportamientos anómalos. Este tipo de bajas no condicionan "en absoluto" la posibilidad de ascender en un futuro. "Cuando se hacen las entrevistas de ascenso a nosotros nos aparece que ha estado de baja, pero no el motivo".
Cuando el protocolo se pone en marcha, al agente se le retira el arma reglamentaria, que representa el medio empleado en el 80% de los suicidios
Inmediatamente se le retira el arma reglamentaria, que representa el medio empleado en el 80% de los suicidios. “Lo que no podemos evitar es que, por ejemplo, un agente reviente una taquilla y le quite la pistola a un compañero”. Si en un domicilio conviven dos guardias, a la pareja de quien está de baja se le dice que deje el arma en el cuartel, aunque las asociaciones se quejan de que no hay armeros suficientes.
Desde años antes cuentan con un teléfono de atención psicológica (900 200 062) gratuito, anónimo, permanente y especializado. En él los agentes pueden encontrar una voz al otro lado del cable en esos momentos en los que se encuentren peor. Incluso sus compañeros o familiares pueden llamar. "Al ser confidencial el guardia tiene que dar el paso para que se le pueda localizar y poner en marcha el protocolo". Las llamadas recibidas en los últimos cinco años ha sido de 1.236, y en el 2018 fue de 359.