El incendio iniciado ayer en el término municipal de Venta del Moro, en el límite entre Valencia y Cuenca, afecta a cerca de 800 hectáreas y, aunque esta noche mejorarán las condiciones meteorológicas, se teme que este martes empeoren de nuevo, según el presidente de la Generalitat, Ximo Puig.
Desde el puesto de mando avanzado (PMA) instalado en la pedanía de Casas de Moya, Puig ha hecho esta noche un primer balance de este incendio, provocado por un rayo y que este lunes, tras haber sido estabilizado al mediodía, se ha descontrolado al cambiar la dirección del viento, con un poniente muy acusado y valores máximos de en torno a 38 grados, según la Agencia Estatal de Meteorología.
Puig ha confirmado que de momento no se han producido desalojos en poblaciones cercanas, solamente evacuaciones materiales en algunas casas de campo cercanas al fuego, aunque ha insistido en que el objetivo principal es la protección de la población y para ello los medios terrestres trabajarán durante toda la noche, una vez se hayan retirado la docena de medios aéreos por falta de luz.
Ha destacado la importancia de aprovechar la situación meteorológica "más favorable" que habrá durante la noche -con más humedad, menos calor y viento de levante- para "intentar perimetrar al máximo el incendio", sobre todo por una parte que se desplaza hacia las Hoces del Cabriel, una zona, según ha recordado, "de altísimo valor ecológico". "Ahí hay una masa forestal de gran dimensión y se trata de parar ese frente, y también los otros porque el incendio -en cuya extinción ya colaboran medios de la Unidad Militar de Emergencias (UME)- ha crecido de manera extraordinaria", ha reconocido Puig.
El papel del viento en el incendio
Ha indicado que a partir de las 8 de la mañana se espera un nuevo cambio de viento que volverá a ser de poniente, y a partir de las 14 horas puede haber tormentas y una situación meteorológica "muy complicada", por lo que ha alertado de que las próximas horas van a ser determinantes.
"Estamos ante un incendio muy difícil y muy complejo", ha asegurado el presidente, quien ha agradecido el "extraordinario" trabajo realizado por los bomberos durante el domingo y a lo largo de este lunes, en el que ha habido un cambio de viento que ha descontrolado de nuevo el fuego y en el que han llegado a trabajar hasta 20 unidades aéreas.
También ha reconocido la labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y "la comprensión y responsabilidad" de los ciudadanos, y ha afirmado que lo más importante en un incendio son las personas, aunque les "duele en el alma lo que pueda pasar en las montañas o los cultivos".
Ha dicho que de momento no se ha producido ninguna evacuación, salvo algún problema en algunas casas de campo, donde se ha procedido a la evacuación, más que de viviendas, de material, y ha indicado que "no hay una perspectiva de que el incendio afecte directamente a las personas".
Según los cálculos de la Agencia Estatal de Meteorología a partir de imágenes de satélite, la columna de humo causada por este incendio ha llegado a alcanzar los 350 kilómetros de extensión, llegando hasta el norte de las Baleares, y su ceniza ha caído incluso en poblaciones de Castellón como Segorbe.