El Gobierno tecnócrata italiano, presidido por el excomisario europeo Mario Monti, ha aprobado este viernes un vasto plan de liberalizaciones en distintos sectores, como el de los transportes o la energía, para impulsar la maltrecha economía de Italia, amenazada de nuevo por la recesión.
Tras un Consejo de Ministros de ocho horas de duración, Monti ha informado en rueda de prensa sobre el contenido de las medidas, dentro de la llamada "fase 2" de su Gobierno, tras el plan de austeridad de más de 30.000 millones de euros de diciembre.
El primer ministro ha indicado que las reformas estructurales están pensadas para poner fin a dos de los tres lastres que han frenado el crecimiento económico en las últimas décadas, la "insuficiente competencia de mercado y lo inadecuado de las infraestructuras".