Por fin un ítem mucho más agradable que lo que hasta hace nada ha impuesto el marco de las relaciones laborales. Si hasta la fecha todo ha sido la mejora de la productividad, la contención salarial, los nuevos contratos de trabajo, las negociaciones desligadas, las menores indemnizaciones… ahora, tanto empresas como Gobierno tienen la mirada fija en un asunto más placentero: el deporte y los hábitos saludables en el trabajo. Fuera sedentarismo, obesidad, colesterol, estrés, ansiedad o depresión y no sólo por cuestiones sociales: también por aquello de los números. Van miles millones de euros en el envite.
En primer lugar, el actual Gobierno considera que ya se ha revertido la situación de destrucción de empleo inmisericorde de hace cuatro años y que hay que centrarse ya en otras cuestiones como la calidad del puesto de trabajo. Y uno de los factores que van a determinar esta calidad es la capacidad del actual empleo de ofrecer hábitos saludables, que signifiquen una mejor salud el día de mañana y, por tanto, calidad de vida.
Al Estado, desde luego, le va mucho en este empeño: se calcula que más del 50% de los accidentes cardiovasculares tiene origen en el sedentarismo laboral. Las consecuencias de la inactividad física por causas laborales son el cuarto motivo de muertes en España, y, entre otras cosas, “cuestan 15.000 jornadas de trabajo al año y 2.500 millones de euros de coste laboral a los empleadores”. Así lo afirmaba Victoria Ley Vega, Jefa del Departamento de Deporte y Salud del Consejo Superior de Deportes, en las jornadas “El deporte como hábito saludable en el trabajo” organizadas por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.
Cuesta mucho la sanidad
En términos sanitarios, ese sedentarismo le cuesta al Estado 1.000 millones de manera directa y otros 5.000 millones en modo indirecto. Algo que “podría evitarse con sólo 20 minutos diarios de ejercicio”, según apuntaba la experta. Claro que no siempre es fácil sacar ese tiempo si las jornadas laborales interminables asfixian al trabajador.
Lo cierto es que el exceso de sedentarismo de España ha provocado que la masa laboral esté plagada de ciudadanos “polipíldora”, como los definía Ley Vega, definiendo a estos como aquellos que toman pastilla contra la tensión y el colesterol de forma habitual. ¿Nos suena? La ‘polipíldora’ es efectiva, aunque mucho menos que el deporte y menos sana también. Al menos, indicaba que los últimos datos demuestran que ya hay una mayor concienciación contra el sedentarismo.
Google, Santander, Telefónica…
No sólo reflexionaban las instituciones públicas sobre este peliagudo asunto. También las grandes corporaciones e incluso las pymes. Por ejemplo, Javier Martín, Director Regional de Google en Madrid, destaca que en su compañía se está trabajando en la flexibilidad laboral, que permita a sus empleados hacer deporte en el momento que se lo permita su agenda, "no a las 7,00 de la mañana o las 14,00, que es cuando el gimnasio de nuestras oficinas en Torre Picasso están abarrotados. Si se organiza, nuestro empleado puede hacer deporte a las 11,00”.
De esta manera, en Google se implementan prácticas como celebrar reuniones en módulos de 25 o 50 minutos, para que pueda haber descanso entre varias: “tan importante como el deporte es el manejo del stress”.
Salud… y dinero
Y un apartado más: en Google se liga la cultura del bienestar a la financiera, en el sentido que, a la vez que permiten cuidar la salud, les insisten en que tomen medidas de previsión social, para que si viven más, tengan con que mantenerse el día de mañana. Deporte y ahorro, dos prácticas paralelas.
En parecidos términos se expresaron portavoces de la aseguradora Liberty o Telefónica. En la primera tienen su programa saludable ‘Nosolowork’, que ha impulsado de manera estratosférica el nivel de satisfacción con la empresa de los empleados.
Telefónica posee su programa ‘Feelgod’, que usa el Big Data para ofrecer soluciones de salud. Eso se ha traducido, entre otras cosas, que de su plantilla “hayan emergido triatletas, maratonianos y hasta ironmans”, apunta Alberto Andreu, Director Global de Organización y Cultura Corporativa de Telefónica, “aunque no es ese el objetivo, sino implantar prácticas saludables”.
Preguntado por la rentabilidad de estas prácticas, Andreu señaló que está fuera de dudas el retorno y que “si un director financiero cuestiona el coste o la rentabilidad de este tipo de programas, seguramente lo que la compañía deberá cuestionarse es si tiene el director financiero adecuado”.
No sólo la gran empresa estuvo presente en este foro, también estuvieron los Laboratorios Quinton International, una firma de Alicante que se definió a sí misma como una pyme. Este grupo ha tomado 80 medidas de conciliación que sólo les ha costado el 0,7% de su facturación bruta. Entre otras propuestas saludables está la de sustituir la máquina de snacks por fruta fresca.
Santander también estuvo presente en este foro, con Jaime Pérez Renovales, secretario general y director de Recursos Humanos, así como ex miembro del gabinete de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
El ejecutivo puso de manifiesto el interés de su banco por interiorizar hábitos saludables dentro de su plantilla, no solo en el área del deporte, sino también dentro de los ámbitos de la nutrición y la prevención. La Ciudad Financiera del banco tiene amplias instalaciones para la práctica. “Merece la pena que una empresa se dote de instalaciones deportivas, aunque sea a costa de irse un poco más lejos”.
Te ponen a dieta
El banco tiene programas de incentivo para los que no tienen hábitos. Por ejemplo, los programas ‘Coprorate athlete’ con consejos como “celebrar las reuniones dando un paseo por el campus cuando sea posible, en lugar de en una sala”; ‘Santander por tu corazón’, con el auspicio del prestigioso cardiólogo Valentín Fuster, con prevención cardíaca para empleados con más de 40 años, o ‘Mejora tu salud’, que busca mejorar los hábitos alimenticios de la plantilla y corregir a aquellos empleados con un índice de grasa corporal superior a 25. Dieta sana in corporate sano.
Asimismo, Renovales coincide con Google a la hora de insistir en que la práctica deportiva diaria no debe ser necesariamente en las horas de entrada y de salida. Así, Santander ha implementado el programa ‘Flexi working’, que impulsa el teletrabajo y la práctica del deporte desde la responsabilidad personal del trabajador a la hora de seleccionar el momento.
Será eje del Gobierno
Por último, el secretario de Estado de Empleo, Juan Pablo Riesgo, insistió en que la calidad del puesto de trabajo está cada día más relacionada con el bienestar. Cuanta más calidad de vida se consiga, más adhesión a la empresa por parte de la plantilla habrá, cosa que corroboraron firma como Santander o Liberty. Pérez Renovales, incluso, llegó a apuntar que habrá trabajadores a los que no les importará cobrar algo menos si a cambio viven mejor.
Juan Pablo Riesgo es un convencido de incluir prácticas deportivas en el ejercicio cotidiano laboral (predica con el ejemplo al acudir en bicicleta al ministerio todos los días) y anunció más madera: en la próxima legislatura están contemplados nuevos estudios sobre hábitos saludables como paso previo a incentivos en las políticas de empleo. No todo va a ser contención salarial y contratos más duros.