El Ayuntamiento de Madrid era consciente desde el año 2010 de las carencias en materia de seguridad del recinto Madrid Arena, pero no hizo nada para evitar que siguiera celebrando eventos multitudinarios, según ha públicado este lunes el diario ‘El País’.
La empresa municipal Madrid Espacios y Congresos, gestora del Madrid Arena, solicitó en noviembre de 2009 la licencia necesaria para realizar conciertos y macrofiestas, pero desistió pocos meses después por incumplir los requisitos establecidos por la dirección general de Ejecución y Control de la Edificación.
Dicho organismo, dependiente de Urbanismo, detectó toda una serie de deficiencias que comprometían la seguridad del recinto, entre ellas, la escasez de pasillos que conectaran la pista de baile con la salida, motivo por el cual se produjo la avalancha humana que acabó con la vida de cuatro jóvenes y una herida grave en la pasada noche de Halloween.
Asimismo, se advirtió que el edificio incumplía el Código Técnico de Edificación por resultar inaccesible para los camiones de bomberos y por presentar fallos en la ventilación en caso de incendios. Además, los asientos de madera contrachapada no eran reglamentarios y los sistemas de detección de humo eran insuficientes por encontrarse demasiado alejados del suelo.
El Ayuntamiento de Madrid negó este sábado que el pabellón municipal Madrid Arena -cuyo responsable final es el edil de Economía, Pedro Calvo- “precisara de licencia alguna para este tipo de actos” y justifica la solicitud de permisos alegando que en esa época se pretendía privatizar el pabellón.
Sea como fuere, lo cierto es que Madrid Arena ha seguido funcionando a pesar de las advertencias de Urbanismo y entre 2002 y 2012 ha organizado cientos de eventos deportivos, musicales y de ocio que han llegado a albergar, en algunos casos, más de 11.000 espectadores.
El concejal y presidente de Madrid Espacios y Congresos, Pedro Calvo, explicó este sábado que los edificios municipales "no requieren de licencia urbanística" y están exentos de cumplir la licencia de funcionamiento -que exige certificados de seguridad y protección contra incendios-. En realidad, están obligados a cumplir "los mismos requisitos" que el resto de recintos aunque no se les exija. De hecho, un informe policial del 6 de diciembre de 2006 ya denunciaba que el pabellón carecía de licencia de funcionamiento y consideraba "impensable" que hubiera operado durante más de cuatro años sin licencia municipal.