El equipo de campaña de Mariano Rajoy, que dirige Jorge Moragas, prepara la conferencia política del PP, convocada para la semana próxima, sin zonas vedadas ni líneas rojas., Todo está a debate, todo es revisable, como ha reconocido Pablo Casado en esRadio. El presidente del partido pretende aprovechar ese foro, especie de apertura de la precampaña electoral de las generales, para anunciar una serie de medidas de calado político y de impacto social, según fuentes de la dirección popular. Algunas de ellas ya han se han filtrado, como una compensación económica a los funcionarios e incluso algún guiño a los pensionistas y autónomos. Estas iniciativas se incorporarían a la ley de Presupuestos que se pretende tener cerrada antes de que concluya septiembre. Otras propuestas se elaboran con mayor sigilo para producir un efecto sorpresa, según las mismas fuentes.
En busca de la centralidad perdida
"Somos el partido de las clases medias", es el eslogan con el que se trabaja ahora, a toda velocidad, en el 'comando Moragas'. Con un PSOE 'podemizado' y un Ciudadanos algo perjudicado por su apoyo a Susana Díaz en Andalucía, el PP reivindica la centralidad perdida. La que le llevó a la mayoría absoluta en el 2000 y en 2011. Pretende recuperar ese 1,5 millones de votantes que se quedó en casa en las autonómicas. De ahí la importancia que se le concede a la mencionada conferencia, que se pretende llena de contenido y muy diferente de las que hasta ahora se han llevado a cabo.
Alardean en el PP de que se ha cumplido ya el 93 por ciento del programa electoral, y lo pretenden demostrar, colgando en su web las pruebas concluyentes. Cada promesa del partido tendrá un link correspondiente al decreto en el BOE que la ha transformado en una realidad. Las cosas se hacen pero no siempre se cuentan, o no se cuentan bien, dicen en las bases de la formación. No todos los dirigentes de Génova coinciden con ese criterio. Pero reconocen fallos, como apunta el propio Casado, quien conduce precisamente este área.
Se hablará incluso de las detestadas primarias, que no seducen al líder popular
Todo está a debate y todo es susceptible de revisión. No hay límites ni apriorismos. Desde las democracia interna hasta las detestadas primarias, dos asuntos que a Rajoy apenas le seducen. Pero se va a hablar de ello ampliamente, sin cortapisas. La Faes de Aznar también se adentra ahora en este territorio en su campus de verano. Caprichos del destino y de la coyuntura politica puesto que tanto el actual presidente del PP como su predecesor se han mostrado tradicionalmente refractarios a cualquier tipo de primarias. No así algunos de sus más destacados dirigentes, como Esperanza Aguirre o José Ramón Bauzá, dos líderes destronados.
En el bloque de reformas institucionales, también se hablará de algunas de las materias que pueden incluirse entre el paquete de promesas incumplidas del partido, como la reforma de la Justicia (tras el intento fallido propiciado Ruiz-Gallardón), el papel de la Cámara Alta (un asunto que nadie, salvo a los senadores, le preocupa lo más mínimo), o la reforma educativa (ahora en danza con la aplicación de la Lomce y un ministro de estreno).
La presencia internacional de España
En el paquete de medidas sociales y económicas se incluyen las mencionadas sobre el empleo, política fiscal, pensiones y otras. Finalmente también se abre un apartado referido a 'España en el mundo', de amplio espectro, en la línea de reflejo de la presencia española en el panorama internacional, en el que se incluyen desde el discurrir económico, los populismos o el futuro de Europa. Un esquema que guarda un parecido razonable con el que se desarrolla precisamente estos días en el campus de Faes, que arrancó con unas declaraciones intempestivas de José María Aznar y se cerrará este domingo con la intervención del propio Mariano Rajoy.
La conferencia del PP empieza a perfilarse y será la plataforma de lanzamiento del programa electoral de las generales. En paralelo, el equipo económico de Moncloa elabora los presupuestos. El Gobierno está ahora en segundo plano. Génova ha tomado la iniciativa. Son tiempos electorales y vidriosos. Algo ayuda el laberinto griego y sus efectos colaterales en el PSOE y en Podemos. El partido de Pedro Sánchez transmite una sensación de desorientación, de ausencia de liderazgo, de aturdimiento. Sin duda, efecto de sus abrazos postelectorales con Pablo Iglesias, que, para los socialistas, están teniendo consecuencias desestabilizadoras. Pero Rajoy no quiere fiarlo todo al 'factor miedo', como reconoció en su entrevista a la Cope. Quiere llevar la iniciativa, con medidas, proyectos, nuevo programa y alguna que otra sorpresa. Movilizar a ese sector de su electorado aburrido, hastiado y pasmado.