La 'España vacía' se ha teñido de rojo con pinceladas naranjas tras el 28-A. Las 19 provincias más despobladas del país, que solo reparten entre dos y cuatro escaños por territorio, han castigado al PP y a Podemos, han pasado de Vox y han aupado a los socialistas y a Ciudadanos.
El PSOE se han convertido en primera fuerza en la España interior en enclaves tradicionalmente populares como las dos Castillas, la Galicia rural, Aragón y La Rioja y la formación naranja se ha consolidado como tercer partido, pisando los talones al PP en casi todos los territorios que sufren la sangría de la despoblación.
Además del PP, los votos de la España vaciada -término acuñado por el escritor Sergio del Molino en el título de su último libro- han dejado a Podemos al borde del precipicio. En algunas de estas zonas, los de Pablo Iglesias se han quedado sin representación parlamentaria.
Vox, lejos de acaparar los apoyos que auguraban algunas encuestas, se ha quedado fuera de 26 de las 28 circunscripciones de cinco escaños o menos. Solo entra en Ciudad Real, donde la caza es la principal industria, y en Valladolid. En las zonas más despobladas hace falta mucho porcentaje para sacar un escaño.
Mayor fragmentación del voto
Imágenes como la de subirse a un tractor o hablar a las vacas forman parte de la liturgia de la campaña, pero cada vez tienen menos impacto"
Imágenes como la de subirse a un tractor, hablar a las vacas, partir un cochinillo o posar delante de unas ovejas forman parte de la liturgia de la campaña, pero el electorado está acostumbrado a verlas y cada vez tienen menos impacto a la hora de votar", considera.
Así votó la 'despoblación'
El PP sufrió su derrota más simbólica en Castilla y León al perder casi la mitad de los escaños en uno de sus principales feudos. Si en 2016 lograron un total de 18 diputados, en las generales de 2019 obtienen solamente 10.
Los socialistas, que no se imponían en la región desde la última mayoría absoluta de Felipe González en 1986, sacan 12 diputados, tres más que hace tres años. Ciudadanos, que solo rascó uno en 2016, ahora arrasa con ocho. Vox logra un diputado y Podemos pierde los tres que tenía.
Nacido en Palencia, una de las provincias más despobladas de la región, Pablo Casado se deja uno de los dos escaños que el PP acaparó en 2016. Ciudadanos suma un nuevo diputado y los socialistas se mantienen con uno. Soria, una de las provincias más reivindicativas en la lucha contra la despoblación, se han contabilizado 52.707 votos. Estos se han dividido entre el bipartidismo tal como ocurrió tres años atrás: los socialistas adquieren un escaño y los populares otro.
En Castilla-La Mancha el PP ha perdido exactamente la mitad de los escaños que logró en 2016 y Podemos se queda sin representación parlamentaria
En Castilla-La Mancha el PP ha perdido exactamente la mitad de los escaños que logró en 2016 y Podemos se queda sin representación parlamentaria. De los 12 diputados populares de entonces pasan a tener seis.
Los beneficiados son Ciudadanos con un total de cuatro escaños cuando hace tres años no tuvo ninguno y Vox con dos. Si en 2016 la formación de Pablo Iglesias logró un par de escaños, en las generales de 2019 estos habrían ido a parar al PSOE, que suma nueve escaños en la región, dos más que en los pasados comicios.
En las tres provincias menos pobladas, Cuenca, Guadalajara y Albacete, el PP pierde la mitad de su representación y de los seis diputados que sumaron en estas zonas en 2016, se queda con tres. Por el contrario, el PSOE sube de tres a cinco y Ciudadanos tendrá por primera vez dos asientos en el Congreso.
En Guadalajara el PP pierde uno de los dos escaños que tuvo en 2016 en favor de Ciudadanos, que entonces se quedó con cero. El PSOE se mantiene con uno. En Albacete el PSOE logra dos escaños, el PP solo uno y Ciudadanos abtiene un diputado por primera vez. El PP tuvo dos en 2016, los socialistas solo uno y Podemos el cuarto escaño. Ahora lo ha perdido.
En Cuenca se mantiene el bipartidismo, aunque los socialistas adelantan a los populares y se convierten en primera fuerza. El PSOE obtiene dos escaños y el PP se queda solo con uno. En 2016 sucedió a la inversa.
Aragón, Extremadura...
Ciudadanos es el único que gana presencia en Aragón con dos diputados nuevos en Teruel y Huesca, que son los que pierde el PP y Podemos, respectivamente. En Cáceres, donde se repartían cuatro escaños, el PSOE mantiene sus dos representantes, pero el Partido Popular pierde uno de los dos escaños que tenía y este pasa a las filas naranjas.
Álava, la provincia con menos población de País Vasco dejó al PP sin el escaño que tenía y pasa a Eh Bildu. Javier Maroto, uno de los pesos del nuevo PP se queda fuera del Congreso de los Diputados. En La Rioja el PSOE ha logrado dos escaños, uno más que en 2016, mientras Podemos pierde su diputado a favor de Ciudadanos.
En Orense, el PP perdió uno de los tres escaños que tenía a favor del PSOE, que tendrá dos representantes. En Lugo, el PP mantiene sus dos diputados mientras los socialistas empatan a escaños con los populares gracias a que le quitan a Podemos el representante que tenían.