Política

El intento de Zapatero por controlar a la prensa que no vio la luz: un Consejo Estatal para repartir carnés de periodista

El Partido Socialista, con José Luis Rodríguez Zapatero al frente, aprobó en 2004 la tramitación de una proposición de ley de Izquierda Unida que proponía la creación de un Consejo Estatal elegido por políticos con capacidad para sancionar periodistas

  • José Luis Rodríguez Zapatero con Pedro Sánchez / -

José Luis Rodríguez Zapatero, faro y guía de Pedro Sánchez, ya soñó con una ley de medios que impusiera la creación de un Consejo Estatal de la Información nombrado por los políticos. Es más, con él al frente del Partido Socialista, su partido apoyó una proposición de ley que establecía que este Consejo Estatal repartiera carnés de periodista y hasta tuviera la capacidad de imponer sanciones. Izquierda Unida presentó una ley en estos términos en 2004, y su tramitación fue apoyada por el Partido Socialista de Zapatero, que a finales de 2003 ya mostró su voluntad de ponerle collar al cuarto poder.

Una de las primeras propuestas del gurú de Pedro Sánchez antes de llegar a la Moncloa fue la regulación de la profesión periodística en aras de la "libertad de prensa". Un oxímoron que no llegó a ver la luz tras aprobarse la toma en consideración de la ley de IU en el Congreso de los Diputados en 2004 al caducar la proposición de ley tras las sucesivas prórrogas acordadas por la Mesa de la Cámara Baja para presentar enmiendas.

Carnés de prensa expedidos por los diputados

La proposición de ley de Izquierda Unida -proposición de ley del estatuto del periodista profesional-, defendida en el Congreso de los Diputados por el Partido Socialista, estipulaba que fuera un órgano político el que concediera los carnés de prensa, el Consejo Estatal de la Información. Solo con el permiso de este ente político se podía acreditar la condición de periodista, como se planteaba en su articulo 2: "La condición de periodista profesional se acredita mediante el correspondiente carné expedido por el Consejo Estatal de la Información o sus equivalentes autonómicos, conforme a un modelo único, que será regulado por Ley".

La proposición de ley planteaba que la totalidad de miembros de este Consejo se nombrarían en su totalidad por el Congreso de los Diputados y el Senado. Y es que aunque de los 20 periodistas integrantes del Consejo Estatal de la Información, 12 representarían a las asociaciones empresariales de la comunicación, las centrales sindicales y las asociaciones de consumidores, todos ellos deberían ser elegidos por mayoría de dos tercios del Senado y el Congreso.

Sanciones a periodistas

Este Consejo Estatal de la Información también tenía entre sus competencias la imposición de sanciones a periodistas por incumplimiento del Código Deontológico establecido por la propia clase política. Las violaciones graves "de los deberes éticos" podían conllevar multas a la empresa editorial "del 1 % de sus beneficios netos". "En caso de reincidencia la sanción puede elevarse hasta el 10 % de los beneficios netos", establecía la propuesta.

Uno de los puntos del código deontológico incluido en la proposición de ley apela a la obligación de "difundir únicamente informaciones fundamentadas y contrastadas, evitando siempre afirmaciones o datos imprecisos y sin base suficiente que puedan lesionar o menospreciar la dignidad de las personas, sus derechos al honor, la intimidad y la vida privada y a la propia imagen o provocar daño o descrédito injustificado a instituciones públicas y privadas, así como la utilización de expresiones o calificativos injuriosos".

El 23 de noviembre de 2004 se debatió la toma en consideración de esta ley en el Congreso de los Diputados, y Ramón Jáuregui -quien sería ministro de la Presidencia de Zapatero- se encargó de defenderla por la bancada socialista. Admitió que no compartía el "texto exacto de esta proposición de ley", pero argumentó que había "una concentración de poder mediático en nuestro país que reclama un examen" y que Zapatero había adquirido "un compromiso personal con la promulgación de un estatuto del periodista profesional".

El voto a favor del PSOE a la tramitación de esta ley generó un revuelo mediático de tales dimensiones que hasta El País criticó en un editorial el movimiento de Zapatero: "El proyecto de Estatuto de Periodistas que debate la Comisión Constitucional del Congreso constituye la peor solución posible que cabía imaginar...  Si la situación es preocupante, peor es el remedio... el proyecto español opta por un intervencionismo de hechuras rancias, cuyo regusto autoritario no puede más que preocupar a cualquiera que considere que el periodismo en libertad constituye la piedra de toque de la calidad de una democracia".

"Se trata de un despropósito sin paliativos. La ética no se impone por ley", sentenciaba el buque insignia del Grupo Prisa.

La "regeneración democrática" que ideó Zapatero

El 25 de noviembre de 2003, poco antes de ganar las elecciones y ser investido presidente, Zapatero expuso su compromiso para regular el "estatuto del periodista" en la jornada parlamentaria Derechos a la información, Derechos de los informadores, organizada por el grupo socialista. Un discurso en el que habló ya de la creación de un Consejo Estatal de la Información y donde apuntó la idea de "regeneración democrática" que tanto repite ahora Sánchez.

Zapateró se comprometió a que el estatuto del periodista establecería "un código de incompatibilidades y un código ético. Creará la figura del Consejo de Información de ámbito estatal y, opcionalmente, autonómico".

Las similitudes entre la retórica de Zapatero y la de Sánchez para justificar la soga que se pretende ceñir al cuello de la prensa crítica es pavorosa. "¿Alguien puede pensar que hoy tras ocho años de gobierno del Partido Popular se ha producido de verdad una regeneración democrática? Sinceramente creo que vivimos los momentos de menor pluralidad, libertad e independencia informativa y periodística de nuestra democracia", afirmó Zapatero en dicha jornada.

"Un político demócrata, un demócrata, tiene la obligación de proteger la independencia y la libertad de prensa. Y la libertad, por seguir en la tradición filosófica de Arendt, sólo se garantiza mediante las leyes", señaló en otro punto de su discurso quien sería presidente del Gobierno de España.

"En nuestro país el periodismo ha perdido enorme espacio y empuje frente a una propaganda cada vez mas poderosa e influyente en medios de comunicación públicos y privados. Como decía Gabriel García Márquez, alguien tiene que ocuparse de la Verdad cuando esta no aparece".

'Aló, presidente', el modelo periodístico de Izquierda Unida

El Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados es una hemeroteca que con el paso del tiempo retrata a más de uno. Es el caso de Izquierda Unida y su portavoz en aquel entonces, Isaura Navarro, que posteriormente militaría en Compromís y hasta alcanzaría el rango de consejera de Agricultura con Ximo Puig en la Generalitat valenciana. En su intervención en defensa de la proposición de ley del estatuto del periodista profesional llegó a señalar como ejemplo periodístico el programa de Hugo Chávez 'Aló, presidente', indicando que era una muestra de transparencia pública: "No puedo dejar de mencionar las referencias que ha hecho el portavoz del Grupo Popular al presidente Hugo Chávez. Le informo de que 'Aló, presidente' es precisamente el programa más visto los domingos en Venezuela, a través del cual el presidente transmite lo que ha hecho y lo que va a hacer durante la semana a los ciudadanos venezolanos, dando cumplimiento al derecho de información.

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