Política

Sánchez se presenta a la primera votación sin ningún apoyo al margen del PSOE

El encontronazo verbal con Pablo Iglesias descoloca a Podemos, que se queja de que el presidente sólo le ofrezca migajas con “un Ministerio de Parques y Jardines”. La formación morada duda si tensar hoy la cuerda con el 'no' o suavizar las formas mediante una abstención

  • Pedro Sánchez, durante el debate de investidura

El sorprendente final del debate de ayer, con los reproches y amenazas mutuas entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, dejó al hemiciclo con cara de pocos amigos y al presidente del Gobierno en funciones en la más absoluta soledad parlamentaria.

Sánchez llega a la votación de hoy, la primera de la sesión de investidura y para la que necesita la mayoría absoluta de 176 escaños si quiere salir elegido, sin ningún respaldo parlamentario al margen de los 123 diputados del PSOE.

Joan Baldoví, de Compromis, se quedará en la abstención ante la falta de compromiso del candidato socialista con una nueva financiación autonómica. JxCAT anunció anoche que votará en contra, mientras ERC mantiene que sin acuerdo entre PSOE y Podemos no pasará de la abstención. Incluso, el voto más fácil para Sánchez quedó ayer en entredicho: el diputado del Partido Regionalista de Cantabria (PRC), José María Mazón, mostró su enfado al ver que el jefe del Ejecutivo obviaba a su región en el discurso de investidura.

Mazón firmó hace unos días un acuerdo programático entre el PSOE y su partido con el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, pero el PRC esperará a las palabras de hoy de Sánchez para decidir si se abstiene –la opción con la que se fue ayer el diputado cántabro a la cama- o si inclina finalmente la balanza hacia el ‘sí’.

El debate en Podemos

Podemos, por su parte, descarta apoyar hoy con un 'sí' a Sánchez y anoche se debatía entre el ‘no’ para mostrar firmeza ante la frialdad y el menosprecio de Sánchez en ciertos lances del debate; o bien, decantarse por una abstención con la que afrontar los últimos intentos de negociación, de aquí al jueves, con mejor ánimo.

Varios diputados de la formación morada estallaron anoche, al término de la sesión parlamentaria, al comprobar cómo para Sánchez y el PSOE ya no valía el gobierno de coalición que, en cierta manera, se había pactado el pasado viernes y que pasaba por una presencia de Podemos en el Ejecutivo a cambio de que no estuviese Pablo Iglesias entre los ministros. Medio en broma medio en serio, criticaban de forma despectiva que desde las filas socialistas sólo se les ofrezca ahora "un Ministerio de Parques y Jardines".

Irene Montero pasó el día al margen de la trifulca parlamentaria, aunque su baja médica no le impide negociar el programa de gobierno y el reparto de carteras

También desdeñaban una Vicepresidencia "simbólica" para Irene Montero, sin atribuciones concretas y sólo para figurar en el Consejo de Ministros como antaño se hacía con los ministros sin cartera. Curiosamente, la 'número dos' de Podemos pasó el día al margen de la trifulca parlamentaria, al estar de reposo por recomendación médica ante su avanzado estado de gestación, aunque ello no le ha impedido dirigir en nombre de su partido y junto a Pablo Echenique las negociaciones con el Ejecutivo socialista sobre el programa de gobierno y el reparto de carteras. 

Sánchez provocó desde el inicio a Iglesias al minusvalorar su poder de mando dentro del grupo parlamentario de Podemos, al dirigirse durante más minutos al portavoz de los comunes, Jaume Asens, que a él en su primera réplica. Luego llegó el momento álgido del debate, cuando el líder socialista advirtió a Podemos que si finalmente no se llegaba a un acuerdo, había "otras muchas opciones" a explorar, entre ellas un acuerdo de investidura en el que el PSOE gobernase en solitario.

Es más, Sánchez conminó a los morados a "meditar su voto" para no quedarse en el grupo de los 'noes' junto a la bancada conservadora de PP, Ciudadanos y Vox, lo que enrabietó a Iglesias, quien en su intervención inicial había dado una imagen calmada, sin estridencias, con el evidente deseo de tender puentes.

Pero Iglesias se fue calentando al ver cómo Sánchez retrocedía de nuevo al Gobierno de "cooperación" y mantenía la mano tendida al PP y Ciudadanos para que se abstuviesen. Podemos publicó anoche un tuit en el que advirtió que el mandatario socialista pidió en 13 ocasiones a Pablo Casado que se abstuviese por el bien del país.

Ante el deseo de Sánchez de ver un Podemos en un "papel decorativo y comparsa", en palabras del líder de Podemos, dando un "voto gratis" para que el PSOE gobernase en solitario, Iglesias terminó por soltar una de las frases del día. "Esto no es un Gobierno de lentejas, de lo aceptas o lo dejas", sintetizó.

El líder morado reiteró que su partido quiere una cuota de ministros que sea proporcional a los votos del 28-A, es decir 5 los 17 actuales, y se quejó a Sánchez por sacar de la chistera la modificación del artículo 99 de la Constitución, en el que se fijan las condiciones de la investidura, para "cambiar las reglas del juego después del partido".

Con la tensión en máximos, Iglesias detalló cómo habían sido las negociaciones para el repartos de ministerios ante la sorpresa de los asientos azules del Gobierno. Ante la profusión de datos hasta entonces desconocidos por la opinión pública, Sánchez apartó la mirada.

La lista de ministerios

El líder de Podemos exigió ministerio con cierto peso y competencias con las que sacar pecho ante su electorado. En estos últimos días, pidió primero Hacienda "y ni hablar", luego Trabajo "y ni hablar", más tarde Igualdad "y ni hablar" y, en última instancia, Transición Ecológica "y ni hablar". Por ello, lamentó la "incapacidad" de Sánchez para negociar una coalición "integral" con Podemos, que después de tres meses desde las elecciones lo único que haya llevado al debate fuera una modificación de la Carta Magna y que el presidente en funciones no busque una "salida sentada" al atolladero de la investidura.

"Somos una formación política joven pero no nos vamos a dejar humillar por nadie", le advirtió Iglesias, quien envalentonado, le reprochó que durante la mañana le hubiera ninguneado. "Usted no quiere hacer un acuerdo de Gobierno con nosotros. Si está negociando es porque no le queda más remedio. Disimule un poco", le dijo antes de soltarle el dardo final: "Si convoca usted elecciones, usted nunca será presidente".

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli