La delegada del Gobierno contra la violencia de género, Victoria Rosell, ha asistido a la manifestación organizada este miércoles ante el Ministerio de Justicia para protestar contra la reforma de la ley del solo sí es sí, que previsiblemente será aprobada mañana en el Congreso con los votos favorables del PP y del PSOE, artífice de la propuesta. La convocatoria, a la que han asistido alrededor de un centenar de personas, ha sido organizada por colectivos y juristas feministas a partir de un manifiesto contrario a la modificación de la norma que ya han firmado unas 2.000 personas y 150 organizaciones, los cuales consideran que esta reforma borra el consentimiento del centro de la ley.
Rosell, que ha estado acompañada de otros rostros de la política, como el de la candidata de Podemos a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Alejandra Jacinto, se ha mostrado convencida de que todavía hay margen para un acuerdo entre Unidas Podemos y PSOE que contente ambas partes. "Es una pena tres códigos penales en seis meses; a ver si conseguimos que esto se revierta porque es un paso atrás", ha manifestado en declaraciones a los medios.
Los socialistas apuestan por crear un subtipo agravado dentro del delito de agresión sexual para que las penas sean más elevadas si hay violencia o intimidación, algo que para los morados significa volver al modelo anterior. En opinión de Unidas Podemos la mejor opción es que la violencia y la intimidación sean agravantes, algo que comparten otros partidos del bloque progresista como ERC y EH-Bildu.
En la manifestación se han escuchado consignas como "Sin consentimiento la ley es un cuento" o "No se negocian nuestros derechos", además de otros como "Basta ya de justicia patriarcal" y "PSOE y PP, la misma mierda es". Las manifestantes han tenido que conformarse con ocupar la acera de enfrente del ministerio mientras eran rodeadas por una docena de policías que, pese a las peticiones de las asistentes, se han negado a cortar la carretera, por la que han seguido circulado vehículos durante toda la protesta.
El manifiesto lleva la firma de diversos colectivos feministas, como la Comisión 8M Movimiento Feminista de Madrid o la Asamblea de Mujeres de Bizkaia, y de juristas como los catedráticos de Derecho Penal Patricia Lourenzo y Manuel Cancio, Juan Carlos Carbonell, Ana Pérez Cepeda o María Luisa Maqueda.