Los tres diputados de Esquerra Republicana que trabajan en el Congreso disfrutarían a lo grande si dentro de dos viernes, en la conmemoración de la Fiesta de la Constitución, el Príncipe Felipe, Mariano Rajoy, Alfredo Pérez Rubalcaba y el resto de los portavoces parlamentarios, solo tuvieran a Cataluña como tema monográfico de conversación. Oriol Junqueras (ERC) se proponía dar el campanazo, con el acompañamiento de Artur Mas, poniendo fecha al referéndum soberanista antes del 6-D, pero sus deseos empezaron a naufragar este martes en el Parlament, cuando quedó bloqueado un acuerdo sobre cómo llevar hasta la madrileña Carrera de San Jerónimo la solicitud de la consulta.
En los planes de ERC figuraba aguar la Fiesta de la Constitución poniendo fecha y pregunta antes al referéndum soberanista
Los republicanos y Convergencia quieren cursar esta petición por la vía rápida a sabiendas de que el PP y el PSOE reúnen de antemano una mayoría más que suficiente para rechazarla, pero Unió e Iniciativa aspiran a tramitar la solicitud a través de una proposición de ley que dilataría los tiempos y permitiría unos debates más amplios en Las Cortes. Este no es el único desencuentro en el frente soberanista. El de mayor calibre descansa en el contenido de la pregunta que se trasladaría a los catalanes. Mientras ERC insiste en que tiene que ser muy directa- ¿Apoya la independencia de Cataluña?- y admitir solo un sí o un no como respuesta, tanto Josep Antoni Durán i Lleida (Unió) como Joan Herrera (Iniciativa) buscan una formulación más extensa e integradora que permita guarecerse también a los votantes de izquierdas y a los nacionalistas que acarician el federalismo.
A Rajoy y a Mas solo les une su interés en que Cataluña no celebre elecciones anticipadas
Todavía no se ha llegado a un acuerdo sobre nada de esto y Artur Mas, de singular viaje en la India, se encontrará a su regreso con una ruidosa discordia dentro de la avanzadilla soberanista y con una situación de bloqueo que le coloca en apuros ya que su pacto con ERC, gracias al que ha podido apoyar los presupuestos de 2014 para Cataluña, le compromete a enseñar sus cartas antes de Navidades. Su tiempo se agota.
Los republicanos quieren una pregunta directa para la consulta: ¿Apoya la independencia de Cataluña?
Al margen de este bloqueo, en las filas del PP y del PSOE se intuye que tomarán las uvas con el tintineo del conflicto catalán aunque ERC no haya llegado antes a tiempo de aguar la Fiesta de la Constitución. Poner fecha y pregunta al referéndum es lo único que, de momento, le garantiza a Artur Mas mantener la estabilidad de su Gobierno, reconocen fuentes de CiU, algo que, paradójicamente, le interesa también a Mariano Rajoy. El presidente del Gobierno ha dejado claro a sus ministros y a la dirección del PP que un adelanto electoral en Cataluña podría dañar la incipiente recuperación que adelantan algunos indicadores, mientras que en las filas de CiU se tiene claro que si ahora se rompiera la legislatura, se le haría a ERC un valioso regalo, tanto como auparla a la hegemonía política en Cataluña. Ninguno de los dos, ni Rajoy ni Mas, quieren llegar a gestionar este arriesgado escenario.