César Alierta, presidente de Telefónica, modificó ayer tanto la cúpula como el consejo de administración de la operadora. Tres nombres propios protagonizaron los cambios: José María Álvarez Pallete, Santiago Fernández Valbuena y Eva Castillo. Los tres, con origen en los mercados de capitales y bursátiles, algo que el presidente, sin duda, valora. Las líneas maestras de este cambio pasan por el rejuvenecimiento en la cúpula de la compañía y el reforzamiento del perfil financiero de sus mandos. Los nuevos consejeros, además, pueden ser candidatos a presidir la firma en un futuro.
Vista la remodelación, resulta inevitable analizar los nombramientos en clave sucesoria, aunque es un asunto sobre el que no hay ningún plan y, si no ocurre nada extraño, no está previsto ni mucho menos que Alierta abandone. Sin embargo, en la propia Telefónica destacaban que “para ser presidente, hay que estar en el consejo de administración”.
Esta cláusula estatutaria mete de lleno en la lista de potenciales a Fernández Valbuena y a su vez a Castillo, cuyas funciones ejecutivas otorgan unos galones importantes de cara al futuro. Evidentemente, el nombramiento más importante es el de Álvarez Pallete, consejero delegado o Chief Operating Officer (C.O.O.); que no CEO, como se venía diciendo hasta hace poco. Como anécdota, sin embargo, hay que recordar que ningún consejero delegado ha llegado a ser presidente de la operadora.
En mercado interpretan que Alierta "ha sacado a calentar a la banda a sus potenciales sucesores y será quien entrene mejor el que sea titular al final", decía un analista del sector. Los candidatos están seleccionados claramente. Queda descartado Pablo Isla por razones obvias, ya que es el ejecutivo mejor pagado de España y su compañía (Inditex) ya es semejante en tamaño a Telefónica. Isla, sin embargo, tiene una magnífica relación con Alierta y, siguiendo con las anécdotas, ha sido presidente de Tabacalera (Altadis) algo que en el pasado también parece una condición sine qua non para presidir la empresa con sede en Gran Vía 28, a tenor de los nombramientos del actual presidente o en el pasado, de Cándido Velázquez.
Han pasado los tiempos en los que el presidente de Telefónica lo designaba La Caixa en connivencia con el Gobierno de turno. Ahora, el futuro máximo dirigente de la operadora será una persona que deberá contar con el visto bueno de los grandes fondos de inversión internacionales y, por tanto, contar con experiencia en gestión y prestigio probado. En este sentido, quienes pueden tener algo más de ventaja son Valbuena y Castillo. Pallete, por el contrario, presenta mucha más trayectoria en gestión en la entidad.
Más de 40 años
José María Álvarez Pallete remplaza en el cargo a Julio Linares, un histórico de la casa, con más de 40 años de trayectoria. Linares abandona las funciones ejecutivas, pero continuará como consejero y vicepresidente tercero del consejo. En 1970 entró en Telefónica, en el Centro de Investigación y Desarrollo. Un ingeniero de telecos que, a sus 67 años, deja paso a Pallete, el último hombre de la etapa Villalonga, que fue recomendado para el cargo por Fernando Abril (actual consejero delegado de Prisa y anterior alto ejecutivo en Telefónica durante dos etapas) y que alcanza el número dos en la compañía a sus 48 años.
Linares mantendrá sus numerosos consejos de administración y aunque alejado ya de la primera línea ejecutiva, permanecerá como experto tecnológico, junto a otros históricos como Luis Lada. Este último dejó sus cargos de presidente de Telefónica Móviles o Telefónica España, pero es un asesor directo del presidente, con despacho en las oficinas de la operadora en Las Tablas.
Sobre Álvarez Pallete recaerá ahora el peso del día a día de la empresa, lo que equivale a decir las operaciones en 25 países. Si este fin de semana recordaba en la contra del diario ABC con cierto cansancio sus tiempos en los que, como responsable de Latinoamérica, que le afectaron la salud ya que debía cruzar el Atlántico todas las semanas, parece que le toca volver a las andadas, corregidas y aumentadas.
El nuevo consejero delegado tiene una larga experiencia en gestión en la propia Telefónica, teniendo presencia en operaciones tan importantes como la ‘operación Verónica’, mediante la cual la firma española se hizo con el control de las filiales latinoamericanas o, más recientemente, la compra de la brasileña Vivo. Con anterioridad, fue economista en la cementera Cemex y analista en Benito y Monjardín.
Algo menos de experiencia como gestor tiene Santiago Fernández Valbuena (54), quien, sin embargo, ha sido considerado en los últimos tiempos como uno de los mejores directores financieros de Europa. Llegó a la operadora, procedente de Societe Generale, para desarrollar Fonditel, el plan de pensiones de empleados.
Sin embargo, el vínculo con César Alierta viene de Beta Capital (sociedad de valores fundada por él mismo en los años 80), donde estuvo prácticamente desde los primeros tiempos. Valbuena es un ejecutivo con gran predicamento entre la comunidad financiera internacional y antes que en Telefónica ya había sido consejero en firmas como Metrovacesa, en representación del fondo holandés PGGM, y después en Ferrovial.
Dicen que el propio Alierta animaba a su director financiero a que estuviera en esos consejos, tal vez como preparativo para llamadas a mayores. Ferrovial, desde luego, repitió el ‘esquema Telefónica’ al integrar su filial, Cintra, en la matriz, una operación con claro marchamo Valbuena. No en vano, llevó a la constructora de la familia Del Pino a un director financiero de su confianza, procedente de Telefónica, Ernesto López Mozo.
También de Beta
Por su lado, Eva Castillo (49), también es otra persona que empezó en sus primeros tiempos en Beta Capital y ha mantenido en Telefónica una sólida carrera de fondo. Con Castillo y Valbuena, son tres los ex Beta en el consejo, pues Alfonso Ferrari, consejero desde 2001, es un viejo compañero de fatigas del presidente de los tiempos en que dicha sociedad luchaba por ser una de las principales firmas bursátiles independientes de España.
La nueva presidenta de Telefónica Europa llegó a ser responsable de Merrill Lynch en España y luego ascendió a la oficina de Londres. Sin duda, ha sido la mujer que más alto ha llegado en el segmento de la banca privada y de inversión en este país. Ahora, se ha hecho con un auténtico cargazo, como explicaban fuentes cercanas a la operadora.
Sin olvidar, tampoco el nombramiento de Eduardo Navarro Carvalho, brasileño, nuevo Director de Estrategia y Alianzas, que pasa a formar parte del comité ejecutivo. En la casa destacan con entusiasmo el ascenso de este ejecutivo, con trayectoria en el sector y experiencia latinoamericana.
De momento, la compañía se ha reorganizado para el futuro. La operadora ha rebotado en Bolsa más del 20% desde que anunciara el recorte de dividendo, por lo que el mercado ha aplaudido esa apuesta por la ortodoxia financiera. La colocación de la filial alemana es ahora otro de los grandes ítems y según se desprende del road show iniciado, hay interés. El valor cerró ayer en 11,5 euros, con un valor de mercado de 52.000 millones de euros. Está a punto de salir de pérdidas anuales en Bolsa.