Sin duda uno de los que parece más difícil de mantener es la pasión, ese “subidón” que te arrastra irrefrenablemente hacia la otra persona y que no dura mucho, apenas unos años (Os recomiendo el libro “El amor dura tres años” de Frederic Beigbeder) ¿Cómo alimentar entonces la llama de esa pasión o cómo hacer que dure para siempre jamás? Ni idea. Hay montones de teorías y casi ninguna funciona. Lo que es verdad es que muchos no se conforman ni con la intimidad ni con el compromiso cuando esa pasión se acaba y entonces las relaciones se van al traste o se buscan vías de escape en terceras personas.
Mi humilde teoría sobre la pareja y su funcionamiento es que el sexo (y hacerlo frecuentemente) es una parte esencial para que una relación funcione. Que una relación puede mantenerse sustentada en el sexo pero una con mal sexo aunque haya amor/ cariño tiene todas las “papeletas” para irse a traste o convertirse en un cariño tipo amistad que nadie quiere.
En mi caso personal y si tuviera que asignar un porcentaje, diría que el sexo es mínimo el 50% del peso de una relación (y estoy siendo bastante conservadora). Luego todo lo demás: confianza, admiración, intimidad, compromiso, afinidad, seguridad.. Como dice mi amiga R. “el sexo da alegría” y creo que es verdad. Es un chute de todo y casi todo bueno ¿O no es cierto que cuando acabamos de retozar con nuestras parejas estamos más felices, más guapos, con ganas de comernos el mundo, con un subidón de ego? No se trata de algo meramente físico, si no de un vínculo que también es emocional, que genera intimidad y cercanía y hace que una persona se sienta más próxima a la otra.
La pregunta es ¿se puede uno enamorar de una persona con la que tiene mal sexo? Y la otra pregunta es: ¿se puede una relación sustentar exclusivamente sobre la base del sexo?
Me consta por comentarios de amigos y conocidos que algunos matrimonios o parejas largas ven como algo “normal” no tener sexo o tener sexo cada dos meses -y gracias.- o una vez al mes -y gracias- que simplemente apartan el sexo de sus vidas y lo dejan estar así. Lo ven como “normal”. No es algo que se comente mucho pero me cuesta creer que esas parejas puedan ser felices renunciando a una parte tan importante para el ser humano como es la sexualidad.
Es relativamente normal oír cosas como “me acabo de separar pero ya llevaba un año sin acostarme con mi mujer/marido etc.” Y yo me pregunto: ¿cómo se puede convivir con alguien y estar ¡un año! sin practicar sexo con esa persona? A veces pienso que el sexo es una buena manera -aunque no la única- de arreglar las crisis. Seguramente si lo haces más con tu pareja eso te generará un grado de cercanía e intimidad que te hará estar mejor con ella. Pero es la pescadilla que se muerde la cola: hay quien piensa que solo estando bien con su pareja le puede apetecer acostarse con èl o ella así que: ¿qué va antes? ¿El huevo o la gallina?
Y luego hay que asumir también que no todos tenemos la misma libido, no a todos nos gusta de igual manera el sexo, a veces nuestros “tiempos sexuales” no coinciden y que hay malas rachas en la pareja, épocas de estrés o preocupaciones que nos hacen olvidarnos del sexo. Lo alarmante es cuando estas situaciones “temporales” se convierten en costumbre y ya se da “todo por perdido”.
Por dar algún dato, y según las últimas encuestas el 88 por ciento de los hombres y el 84 de las mujeres dicen sentirse “muy satisfechos” con su vida sexual aunque ellos dicen que “quieren más”. ¿os lo creéis? Yo no.
Me acuerdo de unos vecinos que tenía mi abuela. Llevaban casados toda la vida y felizmente. Su receta era hacer el amor tres veces al día (¡y no eran ya tan jóvenes!) mañana, tarde y noche ¿no creéis que si hiciéramos más eso no habría tantas separaciones en España y todos seríamos más felices y estaríamos de mejor humor?
¿Qué importancia dais vosotros al sexo en vuestras relaciones de pareja? ¿Cómo hacéis para mantener esa pasión sin la cual parece que las parejas no pueden funcionar?