En el panorama gastronómico, pocos hitos se comparan al prestigio de recibir una estrella Michelin, y lograrlo en tan solo un año de existencia es un logro reservado a una élite. Ricardo Temiño Restaurante, ubicado en el corazón de Burgos, acaba de entrar a este selecto club tras su reconocimiento en la Gala Michelin 2025 celebrada en Murcia. Un premio que marca el inicio de una nueva era para este chef y su equipo, que han llevado su pasión y talento al siguiente nivel.
El restaurante, dirigido por el chef burgalés Ricardo Temiño y su socia y pareja Cristina Lázaro, es el reflejo de un sueño construido durante una década. Diez años después de abrir las puertas de La Fábrica, su primer proyecto, la pareja ha consolidado un concepto más maduro y técnico, que combina los sabores de siempre con una visión contemporánea.
La evolución: de La Fábrica al estrellato
El recorrido de Ricardo Temiño y Cristina Lázaro es una historia de perseverancia. En 2014 abrieron La Fábrica, un restaurante que rápidamente ganó el favor de los comensales y la crítica, posicionándose como uno de los referentes en Burgos. Sin embargo, lejos de conformarse, el equipo buscó expandir sus horizontes culinarios.
Hace un año, decidieron dividir su propuesta en dos conceptos dentro del mismo espacio: La Fábrica se mantuvo como un restaurante de corte informal, mientras que Ricardo Temiño Restaurante nació con la ambición de alcanzar la excelencia. Según el chef, este proyecto “es el broche de oro a 10 años de trabajo duro, con muchas alegrías, luchas y momentos de superación”.
Cristina Lázaro, quien además de ser copropietaria es la directora de sala y sumiller, destaca que este nuevo enfoque ha permitido profundizar en la armonía entre técnica, producto y creatividad.
Un menú inspirado en el Camino de Santiago
El eje central de la propuesta gastronómica del restaurante es el menú degustación Camino, compuesto por 16 pases que reinterpretan la tradición y la multiculturalidad del Camino de Santiago. Este recorrido culinario refleja los sabores, productos e historias de los peregrinos que atraviesan Burgos.
“Todos nos hemos enriquecido con el intercambio cultural del Camino. Es una influencia que se nota en las cocinas de las regiones por las que pasa”, explica Temiño.
Entre los platos destacados se encuentran:
- Paté en Croûte, una creación que resalta la técnica francesa fusionada con ingredientes locales.
- Hinojo a la brasa con beurre blanc de Verdejo y mantequilla noisette, un plato que exalta el producto vegetal.
- Bogavante del Cantábrico en tartaleta con duxelle de erizo, una joya marina que conecta el norte de España con el refinamiento.
- Secuencias de lechazo, una oda al cordero castellano presentada en varias fases.
El menú concluye con postres tan delicados como sorprendentes, entre ellos el mango, apio y lima, y el Babá al ron. Todo ello se sirve en un espacio íntimo para 20 comensales, con la opción de armonizar la experiencia con una selección de vinos cuidadosamente curada por Lázaro.
Un equipo comprometido con la excelencia
El restaurante está ubicado en un edificio restaurado que combina historia y modernidad. La renovación del espacio fue obra del arquitecto Luis García Camarero, con interiores diseñados por Aurora de la Fuente Manjón. El techo, pintado de azul, evoca el cielo del Camino de Santiago, mientras que la decoración minimalista y acogedora pone el foco en la experiencia culinaria. Este entorno, situado a pocos metros de la catedral de Burgos, crea un ambiente idóneo para disfrutar de la propuesta gastronómica.
El éxito de Ricardo Temiño Restaurante no sería posible sin su equipo, un grupo de profesionales jóvenes y dedicados que han acompañado al chef durante años. “Tenemos personas que llevan con nosotros siete, ocho y hasta nueve años. Son parte de nuestra familia y este reconocimiento también es suyo”, asegura Temiño.
Para Cristina Lázaro, el trabajo en equipo es esencial: “En la sala buscamos que cada comensal se sienta parte de algo único. No es solo la comida, es la experiencia completa”.
La conquista de los grandes premios
El ascenso de Ricardo Temiño Restaurante en el mundo gastronómico ha sido meteórico. En agosto de 2024, apenas unos meses después de abrir sus puertas, el restaurante fue recomendado por la Guía Michelin. Ese mismo año recibió un Sol Repsol, y ahora ha alcanzado el codiciado estatus de estrella Michelin.
Estos reconocimientos no solo consolidan a Temiño y su equipo como referentes en Burgos, sino que también colocan a la ciudad en el mapa de la alta gastronomía española.
Para Temiño, la estrella Michelin es un punto de partida, no un destino final. “Nos sentimos agradecidos, pero también con la responsabilidad de seguir evolucionando. Este premio nos impulsa a dar lo mejor de nosotros mismos cada día”, asegura.
Con el objetivo de seguir innovando, el equipo planea incorporar nuevos platos al menú degustación y explorar colaboraciones con otros chefs. Además, esperan que este reconocimiento atraiga a más visitantes a Burgos, fortaleciendo la oferta cultural y turística de la ciudad.
El menú Camino tiene un precio de 90 euros por persona, con la posibilidad de añadir un maridaje de vinos por 45 euros más. Se ofrece en turnos de comidas y cenas de martes a sábado, y se recomienda reservar con antelación debido a la alta demanda.
El restaurante es también una opción ideal para regalar experiencias gastronómicas, una tendencia en alza entre los amantes de la alta cocina.
Ricardo Temiño Restaurante es más que un lugar para comer; es un destino para quienes buscan vivir la gastronomía en su máxima expresión. Con una estrella Michelin como testimonio de su excelencia, este proyecto se consolida como uno de los imprescindibles del panorama culinario español.
