La Academia Madrileña de Gastronomía celebra la gala de entrega de los VIII Premios de Gastronomía de la Comunidad de Madrid, un evento que se lleva a cabo en la Real Casa de Correos. Con una relevancia cada vez mayor en el sector gastronómico, estos premios se han convertido en un referente anual para reconocer a los protagonistas que impulsan la gastronomía madrileña.
Rogelio Enríquez, presidente de la Academia, en una entrevista para Vozpópuli, destaca el valor de estos premios y las razones detrás de algunos cambios en la organización de la gala. "Este año hemos reducido el número de categorías para dar más protagonismo a los premiados", explica Enríquez. "Queremos que los galardonados reciban un reconocimiento especial y no que se diluya entre demasiadas distinciones".
La ceremonia de este año contará con 11 categorías que incluyen desde el reconocimiento a los mejores restaurantes y proyectos empresariales hasta premios a la sostenibilidad social y a la cocina de autor. Esta selección, como destaca Enríquez, busca abarcar todas las vertientes de la gastronomía madrileña, sin dejar de lado el aspecto empresarial y social que también influye en el sector. "En Madrid tenemos una oferta gastronómica tan variada y de tanta calidad que es muy difícil elegir", apunta.
Los retos de un primer año al frente de la Academia
Desde su llegada a la presidencia de la Academia, Enríquez ha trabajado arduamente para poner al día numerosos proyectos y alianzas de la organización. “Pensaba que sería un trabajo más sencillo, pero realmente hay muchísimo por hacer”, comenta. “Estamos en constante colaboración con administraciones públicas, ayuntamientos y, por supuesto, la Comunidad de Madrid, porque nuestro objetivo es posicionar a Madrid como una de las capitales gastronómicas del mundo”.
Para lograr este objetivo, la Academia ha lanzado múltiples iniciativas, entre las que destaca la promoción de Madrid a nivel internacional mediante 'fan trips' para periodistas y turoperadores extranjeros. “Es esencial mostrarle al mundo la riqueza de la cocina madrileña”, señala. Además, la Academia lanzará recientemente una guía de coctelerías madrileñas y ha intensificado sus alianzas con diversas empresas e instituciones.
Menos categorías, más protagonismo para los premiados
Este año, la Academia ha optado por reducir el número de galardones para otorgar mayor visibilidad y valor a los premiados en cada categoría. “Queremos destacar a aquellos que realmente aportan algo único al sector”, afirma Enríquez. "El año pasado, por ejemplo, dimos tres premios a toda una vida, pero creemos que es mejor centrarnos en una sola persona para que el reconocimiento sea realmente especial".
Las categorías premiadas en esta edición abarcan aspectos como el restaurante de producto y el proyecto empresarial gastronómico, que, según Enríquez, son de especial importancia en el contexto actual de Madrid. "Madrid está viendo una expansión significativa de grupos de restauración que están haciendo un gran trabajo, muchos de ellos con una proyección internacional importante", explica. "Apostar por la internacionalización es fundamental para consolidar la marca gastronómica de la ciudad".
Enríquez también hace hincapié en el valor del premio a la obra social. "Los restaurantes tienen una responsabilidad social en su entorno", subraya. Este reconocimiento, que se entrega desde hace varias ediciones, destaca a aquellos establecimientos que no solo se preocupan por el reciclaje, sino que también contribuyen al bienestar de su comunidad.
Descentralización de la oferta gastronómica
Enríquez señala con orgullo que Madrid se consolida entre las cinco capitales gastronómicas más importantes del mundo, un logro que atribuye al entusiasmo y apoyo del público local. “El público madrileño consume su propia gastronomía. Aquí, los restaurantes están llenos de madrileños, no solo de turistas, y eso mantiene la ciudad viva”, comenta.
Además, la oferta madrileña es transversal, abarcando desde restaurantes de alta cocina hasta bares de tapas de barrio. “En Madrid puedes disfrutar de una cena en un restaurante tres Estrellas Michelin y al día siguiente degustar tapas increíbles en un bar de barrio. Tenemos una gastronomía que es diversa y, sobre todo, de una calidad excelente en todos los niveles”.
Uno de los aspectos que diferencian a Madrid de otras capitales es la presencia de restaurantes centenarios y una amplia variedad de cocinas internacionales. "Madrid cuenta con algunos de los mejores restaurantes japoneses, italianos y chinos del mundo, además de una extensa oferta de cocina tradicional", asegura Enríquez. Esta diversidad convierte a Madrid en una ciudad ideal para los amantes de la gastronomía. La Academia Madrileña de Gastronomía también se ha propuesto descentralizar la oferta gastronómica, promoviendo tanto la Comunidad de Madrid en su conjunto como los barrios periféricos de la capital. “La Comunidad de Madrid tiene tres ciudades patrimonio de la humanidad y muchos pueblos con una oferta gastronómica excelente, que la mayoría desconoce”, explica Enríquez.
Para fomentar esta descentralización, la Academia organiza encuentros en diferentes barrios de Madrid, fuera del céntrico círculo de la M-30. “Cada mes visitamos un barrio distinto para descubrir sus casas de comidas y apoyar a esos establecimientos locales que muchas veces no reciben la atención que merecen”, señala. Estos eventos se han realizado en barrios como Carabanchel, Hortaleza y próximamente en Vallecas, como parte de un esfuerzo para “demostrar que en Madrid se come bien más allá del centro”.
Valoración del servicio de sala y formación en hostelería, las cuentas pendientes
Uno de los aspectos en los que, según Enríquez, Madrid tiene margen de mejora es en la calidad del servicio de sala, un área en la que considera necesario formar más y mejor al personal de hostelería. “En Madrid tenemos una escasez de personal de sala cualificado, especialmente de camareros que hablen varios idiomas y que cuenten con formación profesional”, comenta. Este desafío, opina, es clave para que Madrid pueda equipararse a otras capitales europeas en el ámbito de la alta gastronomía. Incluso, Enríquez menciona que se debe valorar y tener más en cuenta al servicio de sala, debido a que es una parte muy importante de la hostelería.
Además de los reconocimientos a los restaurantes y proyectos empresariales, los Premios de Gastronomía de la Comunidad de Madrid también incluyen una categoría dedicada al mundo del vino y otra a la cocina de autor. Enríquez comenta que el consumo de vino en la capital ha aumentado considerablemente en los últimos años, especialmente en bares especializados que han sabido atraer a un público joven. “Antes, muchos jóvenes veían el mundo del vino como algo elitista, pero ahora, gracias a bares de vinos y al boom de los vinos naturales, la cultura del vino se ha democratizado”, asegura.
En cuanto a la cocina de autor, Enríquez destaca una tendencia hacia una cocina más accesible, combinando lo tradicional y lo moderno. "Después de la gran era de innovación de Ferran Adrià, hemos visto una vuelta a los platos de fondo y de cocina tradicional, pero con un enfoque moderno. Hoy en día, los jóvenes chefs ofrecen cartas más pequeñas y platos que fusionan técnicas tradicionales y contemporáneas, a precios asequibles", comenta, refiriéndose a esta evolución como una herencia de la 'bistronomía' francesa.
Los próximos proyectos de la Academia Madrileña de Gastronomía
Entre los planes inmediatos de la Academia, Enríquez menciona la publicación de dos libros que reflejan la historia y evolución de la gastronomía madrileña. Uno de ellos aborda la historia de la coctelería en Madrid, un tema que, según el presidente, ha experimentado un resurgimiento notable en la última década gracias a figuras destacadas como Diego Cabrera y Carlos Moreno. "La coctelería se ha popularizado enormemente en Madrid; ahora, muchos optan por un cóctel en lugar de una cerveza y eso ha dinamizado mucho el ambiente nocturno", apunta Enríquez.
El otro libro, una reedición de 'Madrid Gastro, la nueva movida', se publicará en inglés y se distribuirá en los principales hoteles de la capital para los turistas interesados en descubrir los secretos de la gastronomía local. "Queremos que los visitantes conozcan esos restaurantes que no aparecen en las guías turísticas, pero que son parte esencial de la identidad culinaria de Madrid", explica Enríquez.
