El restaurante Epílogo, ubicado en Tomelloso (Ciudad Real), ha entrado en el selecto club de los estrellados Michelin al recibir su primera distinción en la prestigiosa gala de la Guía Michelin 2025, celebrada en Cartagena. Con este logro, el chef Rubén Sánchez-Camacho y su equipo consolidan un proyecto que combina raíces manchegas con innovación culinaria, poniendo a Castilla-La Mancha en el mapa de la alta cocina internacional.
Este reconocimiento no solo significa un triunfo personal para el chef, sino también un hito para la región, que suma un nuevo exponente en la alta gastronomía. Epílogo, abierto en 2019, ya contaba con un Sol Repsol y ahora alcanza el prestigio de la estrella Michelin gracias a su enfoque en la tradición manchega reinterpretada con técnicas vanguardistas y un firme compromiso con los ingredientes locales.
El chef Rubén Sánchez-Camacho: un viaje de raíces y exploración
Rubén Sánchez-Camacho es mucho más que el rostro de Epílogo: es su alma y motor creativo. Aunque nació en Bilbao en 1971, se crio en Daimiel (Ciudad Real), de donde procede su familia y donde comenzó su andadura gastronómica. Hijo de hosteleros, creció entre los fogones del restaurante familiar El Bodegón, un referente de la cocina manchega tradicional que sus padres dirigieron durante casi cuatro décadas.
Fue en la cocina materna donde Sánchez-Camacho desarrolló su amor por los sabores intensos y los fondos profundos característicos de la gastronomía manchega. Desde los sofritos que impregnaban su infancia hasta platos icónicos como las migas, el pisto o los duelos y quebrantos, su base culinaria siempre ha estado profundamente arraigada en su tierra.
Sin embargo, su inquietud le llevó a explorar más allá. En 2005, inició un periplo por distintas cocinas de España y del mundo. Su paso por restaurantes como Las Rejas (Las Pedroñeras, Cuenca), dirigido por el reconocido Manolo de la Osa, y Disfrutar (Barcelona), cuna de innovación gastronómica, dejó huella en su estilo. A ello se sumaron viajes internacionales a destinos como San Francisco, Brasil, México y China, donde amplió su perspectiva culinaria.
Epílogo: el tributo a una tierra y su historia
En Epílogo, Sánchez-Camacho materializa su visión de la "nueva cocina manchega". Su propuesta combina la esencia de los sabores tradicionales con presentaciones modernas y técnicas innovadoras. El restaurante no tiene carta: su oferta gira en torno al menú degustación Historias del Guadiana, un viaje culinario inspirado en el río que atraviesa buena parte de la geografía manchega.
El Guadiana, símbolo de vida y cultura en la región, sirve como hilo conductor de este menú monográfico. Cada plato es un tributo a las provincias y regiones que recorre el río, desde Ciudad Real hasta Portugal. Ingredientes como la caza, el cordero, los pescados de río y las verduras de las riberas son tratados con respeto y creatividad, logrando una experiencia que conecta a los comensales con el territorio.
El menú Historias del Guadiana es una experiencia inmersiva que no solo alimenta, sino que narra una historia. Diseñado con una meticulosa atención al detalle, incluye dos formatos: la versión completa, con un precio de 76 euros, y una versión más breve, Inicio del Guadiana, con un coste de 55 euros. Ambos están compuestos por una sucesión de pases que combinan sabores ancestrales con técnicas modernas, culminando en postres que rinden homenaje a la dulzura de la región.
El menú es una declaración de amor a los orígenes de Sánchez-Camacho. Los platos incluyen interpretaciones contemporáneas de clásicos manchegos como el pisto o los galianos, y creaciones que integran ingredientes locales como la trucha, la anguila y el esturión, provenientes de pesca sostenible. Los emplatados, minuciosamente cuidados, reflejan la simbiosis entre tradición y modernidad que define a Epílogo.
Un equipo familiar y una bodega que seduce
El éxito de Epílogo no sería posible sin la contribución de Ramón Sánchez-Camacho, hermano del chef y presidente de la Asociación de Sumilleres de Castilla-La Mancha. Ramón es el responsable de la sala y de la selección de vinos, que incluye 130 referencias cuidadosamente escogidas. La carta da prioridad a las denominaciones de origen españolas, con especial atención a los vinos de La Mancha y, concretamente, a las bodegas locales de Tomelloso. También incorpora etiquetas internacionales de países como Francia, Argentina, Australia y Nueva Zelanda, ofreciendo una experiencia enológica diversa y complementaria.
La dirección de sala y bodega no es un mero acompañamiento: es un componente esencial de la experiencia en Epílogo. El equilibrio entre la cocina y el maridaje refuerza la narrativa del menú, permitiendo a los comensales disfrutar de cada bocado como parte de una historia más grande.
La primera estrella Michelin para Epílogo marca un antes y un después en la trayectoria del restaurante. Durante la gala en Cartagena, Rubén Sánchez-Camacho agradeció emocionado el trabajo de su equipo y el apoyo de la familia Lahoz, propietarios del espacio. "Esta estrella es el resultado del esfuerzo colectivo. Nos impulsa a seguir trabajando para que este reconocimiento llegue a todo el mundo", afirmó.
El premio no solo resalta la excelencia culinaria del restaurante, sino que también coloca a Tomelloso y a Castilla-La Mancha en el foco de la alta gastronomía. La región, conocida por su riqueza agrícola y vinícola, ve en Epílogo un ejemplo de cómo lo local puede transformarse en algo universal.
La estrella Michelin: más que un símbolo, un compromiso
Para Epílogo, la estrella Michelin no es un punto final, sino un nuevo comienzo. Sánchez-Camacho y su equipo afrontan el reto de mantener los estándares que les han llevado al éxito, mientras continúan innovando y explorando nuevas formas de expresar la esencia manchega. El chef subraya que este reconocimiento refuerza su compromiso con los ingredientes de cercanía y las tradiciones de su tierra. En cada plato, en cada pase del menú, se cuenta una historia: la de una región rica en cultura y sabores, reimaginada para un público global.
La estrella Michelin para Epílogo tiene un impacto que trasciende al restaurante. Para Tomelloso, un municipio de tradición agrícola y vitivinícola, este reconocimiento supone una oportunidad de consolidarse como un destino gastronómico emergente. La combinación de vinos de calidad, ingredientes de proximidad y una propuesta culinaria de excelencia pone a la localidad en el mapa de los amantes de la buena mesa.