Internacional

China se niega a renovar el visado de la corresponsal de Al Yazira

La televisión qatarí ha explicado a través de su página web que las autoridades chinas se han negado a renovar el visado y las acreditaciones de prensa de Melissa Chan, así como a aceptar el envío de otro periodista para reemplazarla.

Las autoridades chinas se han negado a renovar el visado de la corresponsal de Al Yazira en el país, Melissa Chan, por lo que la cadena panárabe ha tenido que cerrar su oficina en Pekín. Se trata de la primera expulsión de un periodista extranjero del gigante asiático desde 1998.

La televisión qatarí ha explicado a través de su página web que las autoridades chinas se han negado a renovar el visado y las acreditaciones de prensa de Chan, así como a aceptar el envío de otro periodista para reemplazarla.

Chan es corresponsal de Al Yazira en Pekín desde 2007. En estos cinco años ha firmado unos 400 reportajes sobre diversos temas, como política nacional, política internacional, economía, justicia, sociedad y medio ambiente. "Hemos estado haciendo un trabajo de primer nivel cubriendo historias en China. Nuestro ADN editorial implica cubrir historias de todas las partes", ha dicho el director de noticias de Al Yazira en Inglés, Salá Negm.

Negm ha indicado que Al Yazira "continuará trabajando con las autoridades chinas para reabrir su oficina en Pekín". "Igual que los medios de comunicación chinos cubren libremente noticias en todo el mundo, nosotros esperamos la misma libertad en China", ha apuntado.

Sin precedentes desde hace 14 años

El caso de Chan es el primero de expulsión de un periodista que se produce en 14 años, desde que en 1998 sufrió esta medida el corresponsal del diario japonés "Yomiuri Shimbun", Yukihisa Nakatsu, acusado de "robar secretos de Estado" a raíz de su viaje al Tíbet.

Por entonces, el acoso policial a los informadores extranjeros también se llevó por delante al periodista de la revista alemana "Der Spiegel", Juergen Kremb, quien fue finalmente expulsado después de negarse a firmar el acta policial que le acusaba también de poseer secretos de Estado.

A diferencia de la situación de los citados corresponsales en 1998, a quienes China les dio un ultimátum de 72 horas para salir del país, la expulsión de Chan, indirecta al no extenderle el visado, se ha gestionado durante los últimos tres meses. EFE

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