Al menos cuatro personas han muerto en una serie de atentados bomba registrados en varias localidades de Tailandia, que la policía ha vinculado con los movimientos separatistas del sur del país. Dos personas fallecieron en diferentes explosiones en el enclave turístico de Hua Hin, donde se han registrado hasta cinco deflagraciones, una en la sureña provincia de Trang y otra en Surat Thani.
Más de 35 personas han resultado heridas, según el balance de los medios locales, en las nueve explosiones que desde el jueves han azotado al país. La serie de atentados comenzó la tarde del jueves cuando una bomba estalló en un mercado de la capital de la provincia de Trang, situada en el sur de Tailandia, con un balance de un muerto y siete heridos.
Tailandia es gobernada por una junta militar desde el golpe de Estado de 2014
La víctima mortal es uno de los vendedores de zoco, un tailandés de 51 años, que falleció en la mesa de operaciones de un hospital, según el diario local Bangkok Post. Horas más tarde, un artefacto explosivo era detonado a distancia en una céntrica calle de la ciudad de Hua Hin, uno de los destinos turísticos del país y situado a unos 150 kilómetros al suroeste de Bangkok.
Las autoridades y decenas de curiosos se acercaron al lugar del suceso cuando una segunda bomba, escondida en un macetero, fue activada. Este segundo explosivo mató a una tailandesa e hirió a otras 21 personas, entre ellos varios extranjeros. Un portavoz de la policía de Hua Hin confirmó a la agencia Efe que la investigación del suceso "continúa" mientras se investigan los vínculos entre los atentados y los movimientos de insurgencia musulmán que actúan en el sur del país.
"Los insurgentes usan las mismas bombas"
"Las bombas, detonadas a distancia con un teléfono móvil, son del mismo tipo de las que utilizan los insurgentes en el sur de Tailandia", declaró el oficial por teléfono. Ya la mañana del viernes, otras dos explosiones golpearon de nuevo Hua Hin, en las que murió al menos una persona y otras tres resultaron heridas.
Otra bomba fue descubierta por las autoridades, que procedieron a realizar una explosión controlada. En la ciudad de Surat Thai, a unos 640 kilómetros al sur de Bangkok, dos artefactos explosivos colocados frente a una comisaría de la ciudad causaron la muerte de una trabajadora local y tres heridos. Según los medios locales, otra explosión hirió a una persona en la turística ciudad de Phuket, en la costa oeste del país. Nadie ha reclamado la autoría de las explosiones.
Más de 35 personas han resultado heridas, según el balance de los medios locales, en nueve explosiones
Los atentados y ataques en Tailandia son habituales en el sur del país, escenario de un conflicto separatista que se ha cobrado más de 6.500 muertos desde 2004. Las explosiones en Bangkok y otras ciudades del centro y norte del país no son habituales. El 17 de agosto de 2015, 20 personas murieron y 125 resultaron heridas cuando estalló una bomba en el templo de Erawan, en el centro comercial de Bangkok.
Tailandia es gobernada por una junta militar desde el golpe de Estado de 2014 y acaba de aprobar en referéndum, celebrado el 7 de agosto, una nueva Constitución que abrirá el camino para la celebración de elecciones generales el año que viene.