Es un prototipo, pero podría convertirse sin problemas en una realidad. Y es que Toyota domina como nadie la tecnología híbrida y, por ello, se permite desarrollar modelos como este Yaris tan particular, enfocado a la competición con sus 420 CV de potencia gracias a la combinación de hasta tres motores.
El primero de ellos es un cuatro cilindros de gasolina y 1,6 litros de cilindrada que desarrolla gracias a la sobrealimentación 300 CV y es el encargado de mover las ruedas delanteras. Los otros dos motores son eléctricos y, cada uno de ellos, desarrolla 60 CV moviendo cada una de las ruedas traseras, lo que le configura al Yaris Hybrid-R como un tracción total, con un sistema que permite además modificar la trayectoria en curva variando el par que genera cada uno de los motores traseros.
Los 420 CV que desarrolla se dan sólo en el «modo circuito», mientras que en condiciones normales, para circular por la calle la potencia se queda en 340 CV. La diferencia entre ambos modos se debe al elemento empleado para almacenar la energía eléctrica, pues en lugar de una batería similar a las de cualqiera de sus turismos híbridos de serie, monta un condensador, que se carga con mayor rapidez y ofrece menos pérdidas.
Los motores eléctricos de las ruedas traseras también actúan como regeneradores de energía en los procesos de frenado o deceleraciones. Un tercer generador, en este caso acoplado al motor de combustión, se encarga de recargar el condensador durante esas deceleraciones.