La diversidad mecánica que vive el automóvil permite escoger tecnologías muy diferentes, con la electrificación avanzando muy deprisa como centro de casi todo. Y aunque el precio puede marcar la decisión final en muchos casos, la eficiencia de cada sistema y el tipo de utilización que se va a hacer puede llevarnos a elecciones que no siempre se ajustan a las necesidades reales.
BYD Dolphin
Es la más reciente apuesta del fabricante chino BYD para el segmento de los utilitarios, un Dolphin 100% eléctrico que llega con el atractivo de su precio, que con todas las ayudas disponibles puede llegar a resultar sin duda muy interesante, pero que aun siendo la opción más costosa de las tres a largo plazo puede llegar a no serlo. Y es que su economía de consumo en el día a día urbano está sin duda muy por debajo del Avenger de gasolina y del Clio híbrido.
Mide algo menos de 4,3 metros y cuenta con un motor eléctrico de 204 CV alimentado por una batería de 60,4 kWh, un modelo muy adaptado al uso urbano pero que al igual de Clio y Avenger permite moverse con mucha soltura en carretera. Y no sólo por sus prestaciones, sino también por su autonomía y por un bastidor que acompaña por el buen trabajo de las suspensiones. No en vano homologa 427 kilómetros, cifra bastante realista en el día a día.
Una calidad que se siente ya al ponerte a sus mandos, con un interior de buena presencia por materiales, ajustes y un diseño moderno, combinando mandos físicos bien integrados en el salpicadero con una gran pantalla central de gráficos bien realizados y completísima información, incluido todo el sistema eléctrico por lo que al rendimiento y la carga se refiere. Un sistema que puede recargar la batería en tomas domésticas de hasta 11 kW mientras que en cargadores rápidos llega hasta los 88 kW.
En marcha, ofrece un alto grado de refinamiento, tanto por el tacto de dirección como por la respuesta del motor, aunque se echa en falta una frenada algo más progresiva. Nunca falta capacidad de aceleración con sus 204 CV, y en ciudad se mueve con enorme viveza, superior a la del Avenger de gasolina o al Clio y su sistema híbrido. Sus bajos consumos en conducción urbana le permiten disfrutar de una autonomía real próxima a los 400 kilómetros sin demasiados esfuerzos, y con un coste por kilómetro mucho más bajo si cargas la batería durante la noche en la toma doméstica.
En carretera supera con cierta facilidad los 300 kilómetros, por lo que para desplazamientos de corta y media distancia cumple con mucha suficiencia aunque el coste sube algo más si toca recarga en un punto de cara rápida cuyos precios no son ya excesivamente económicos.
Soprende la buena calidad de rodadura que demuestra, con suspensiones de tarados suaves que filtran bien las irregularidades, muy en la línea del Avenger y algo por debajo del Clio en este sentido. El tacto de dirección no es muy directo, pero si te mueves entre curvas disfrutas de sus reacciones y de un buen aplomo para mantener altos ritmos.
Todo ello con un interior amplio para sus dimensiones exteriores, en el que cuatro adultos se acomodan bien por el espacio de piernas de las plazas traseras y por altura, aunque como sus dos rivales no admite de buen grado un tercer ocupante detrás por una limitada anchura. El maletero, ofrece una capacidad en la media del segmento con casi 350 litros.
FICHA TÉCNICA:
VERSIÓN Dolphin Comfort; MOTOR Eléctrico de corriente alterna; BATERÍA De 60,4 kWh; POTENCIA MAXIMA 204 CV; PAR MÁXIMO 310 Nm; TRACCIÓN Delantera; CAJA DE CAMBIOS Automática de 1 relación; VELOCIDAD MÁXIMA 160 km/h; ACELERACIÓN 0-100 KM/H. 7,0 seg; DIMENSIONES 4.290 / 1.770 / 1.570 mm; CAPACIDAD DE MALETERO 345 litros; PESO 1.658 kg; AUTONOMÍA EN CIUDAD 400 km; AUTONOMÍA EN CARRETERA 330 km; PRECIO 31.480 euros
Jeep Avenger 1.2 Turbo
Con una estética de lo más atractiva que refleja una clara personalidad Jeep, el Avenger de gasolina con su motor de 1,2 litros, 100 CV y cambio manual sin duda es una opción ante todo equilibrada y de lo más recomendable con un precio asequible y un resultado en general muy logrado, tanto en rendimiento como en unos consumos más que razonables.
La suavidad de su dirección eléctrica permite una conducción en ciudad muy cómoda, con un tacto de embrague y cambio que facilita mucho su uso en el día a día. En carretera es precisa aunque no especialmente rápida, con una suspensión que tiene un tarado más bien blando en busca de un rodar muy confortable más que para de aportar un toque dinámico en la conducción.
Los 100 CV dan mucho de sí y rinden mejor de lo esperado, y permite ritmos altos con cierta suficiencia en todo tipo de trazados, y tan sólo buscando la quinta velocidad en determinadas situaciones permite no bajar del ritmo marcado. En cuanto a consumo, durante los muchos kilómetros de prueba en carretera se ha movido entre 5,5 y 6 l/100 km a velocidad sostenida, mientras que en una conducción más combinada ciudad y carretera, el ordenador de a bordo registra medias de entre 6,0 y 6,5 litros en el modo ECO.
En modo Sport se siente algo más vivo en su respuesta, y se disfruta mejor de su conducción cuando buscamos cierto dinamismo en ella, aunque siempre teniendo en cuenta que estamos ante un SUV de carácter tranquilo.
En cuanto a la habitabilidad, detrás pueden viajar relativamente bien dos adultos con un espacio para las piernas correcto como también lo es la altura al techo. El maletero, con 380 litros, cumple bien con su cometido.
FICHA TÉCNICA:
VERSIÓN Avenger 1.2 Turbo Altitude; MOTOR Gasolina, 3 cilindros, turbo; CILINDRADA 1.199 cm3; POTENCIA MÁXIMA 100 CV a 5.000 rpm; PAR MÁXIMO 205 Nm a 1.750 rpm; CAMBIO Manual de 6 vel.; VELOCIDAD MÁXIMA 184 km/h; ACELERACIÓN 0-100 KM/H 10,6 s; CONSUMO EN RECORRIDO PRUEBA 6,1 l/100 km; AUTONOMÍA 720 km; DIMENSIONES 4.084 / 1.776 / 1.528 mm; NEUMÁTICOS 215/60 R 17; PESO 1.255 kg; MALETERO 380 l; PRECIO 23.900 €
Renault Clio E-Tech
No es un modelo nuevo, pero sí una actualización bastante profunda del anterior Clio, con esta motorización híbrida como la más interesante por lo que a consumos y agrado de conducción se refiere. Y es que el sistema de impulsión híbrido hace muy cómoda la conducción en toda situación, con unos consumos bajos en casi cualquier circunstacia.
Luce una estética más moderna ahora con cambios de diseños evidentes en la parte frontal con nuevos parachoques, parrilla y faros, ahora siempre de leds. Además, las luces diurnas estrenan la firma lumínica que llevarán otros modelos de la marca en el futuro, con forma de medio rombo y colocadas en los extremos del parachoques que aportan una imagen con mucha más personalidad.
Detrás también hay cambios aunque no tan acusados, como un parachoques renovado y unos pilotos con la misma forma pero con la cubierta transparente y distinta distribución de funciones. La longitud de la carrocería ha aumentado apenas tres milímetros por los nuevos parachoques.
En el interior mantiene el mismo diseño de salpicadero y el sistema multimedia, el más completo con pantalla de 9,3 pulgadas orientada en vertical, compatible con Apple CarPlay y Android Auto, aunque ahora ya con conexión inalámbrica. También la instrumentación ahora es en toda la gama mediante pantalla digital, de hasta 10 pulgadas en los acabados superiores.
No es tan amplio por dentro como el Dolphin, con menos espacio en las plazas traseras, y el maletero de esta versión híbrida se queda en unos algo escasos 254 litros
Aunque es un modelo de corte urbano por sus proporciones, al ponernos a sus mandos transmite una sensación de ser “más coche”, por el tacto de dirección y el aplomo y pisada que ofrece desde que iniciamos la marcha, y también por estar muy bien aislado por lo que aruidos se refiere.
Ofrece sin duda mucha confianza a la hora de circular a alto ritmo, mejor en este sentido que Dolphin y Avenger, y se muestra muy confortable en su rodar, con suspensiones que trabajan de forma muy efectiva a la hora de filtrar las irregularidades o los pequeños baches del asfalto.
El motor híbrido es similar al anterior, con 3 CV más de potencia y 4 Nm más de par máximo que hacen de la combinación del motor de gasolina atmosférico de cuatro cilindros y 94 CV y los dos eléctricos, de 49 y 22 CV un resultado sin duda brillante, quizás de entre los mejores híbridos convencionales de entre sus rivales.
Y es que por encima de todo brila por la suavidad de funcionamiento que hace muy agradable la conducción, con la sola excepción cuando buscamos el máximo rendimiento posible acelerando a fondo que genera un ruido excesivo que, si estuviera mejor filtrado, pasaría más inadvertido. Aun así, ofrece un rodar muy vivo y permite en carretera moverse con soltura a altos ritmos, aunque mejoraría si hubiera opción de un manejo manual de la selección de marchas.
Hay tres modos de conducción: MySense (modo normal), Eco y Sport, y se dejan sentir en la respuesta del acelerador y en la asistencia de la dirección. Además, un botón EV sirve para forzar el modo eléctrico, siempre y cuando la batería esté por encima del 50 %, la velocidad por debajo de 75 km/h y el modo de conducción no sea el Sport. Por ello, los consumos pueden ser realmente bajos, apenas de entre 4,5 y 5 l/100 km en conducción urbana a baja velocidad y no más allá de los seis litros en carretera a ritmos incluso por encima de los 120 km/h.
FICHA TÉCNICA:
VERSIÓN Clio E-Tech full hybrid Evolution; MOTOR Gasolina, 4 cilindros + 2 eléctricos de 49 y 20 CV; CILINDRADA 1.598 cm3; BATERÍA 1,2 kWh; POTENCIA CONJUNTA 143 CV; PAR MÁXIMO 205 Nm; CAMBIO Automático; VELOCIDAD MÁXIMA 174 km/h; ACELERACIÓN 0-100 KM/H 9,3 s; CONSUMO EN RECORRIDO PRUEBA 6,1 l/100 km; AUTONOMÍA 630 km; DIMENSIONES 4.053 / 1.798 / 1.439 mm; NEUMÁTICOS 195/55 R 16; PESO EN VACÍO 1.313 kg; MALETERO 254 l; PRECIO 21.900 €