No hay líder político mundial que se resista a los encantos del automóvil. Los vehículos oficiales son una representación más de su poder y del mensaje que quieren mostrar sus países en el exterior. Pero, además de su fuerte carga simbólica, estos automóviles tienen la misión de transportar y ofrecer la máxima seguridad a sus pasajeros, tanto en la carretera como frente a situaciones de crisis.
Donald Trump, Estados Unidos
Donald Trump, cuenta probablemente con el vehículo oficial más exclusivo del mundo. Emblema de la flota oficial del presidente de EE.UU., el Cadillac One es también conocido como “La Bestia”, y está considerada como la limusina blindada más segura del mundo. General Motors ha equipado al vehículo oficial de Trump con características superiores al usado por Barack Obama: gases lacrimógenos en la parte delantera, bajos antimagnéticos, protección contra ataques químicos o biológicos o un teléfono por satélite conectado con el Pentágono y con el vicepresidente, Mike Pence.
Enrique Peña Nieto, México
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, estrenó el pasado septiembre el Kitam, “El Jabalí” en maya. Pesa nada menos que 1,5 toneladas, y fue blindado especialmente por la Dirección General de Industria Militar para poder resistir ataques de granadas, misiles ligeros y otras armas ligeras. Su precio ronda los 10 millones de pesos, cerca de 500.000 euros.
Vladimir Putin, Rusia
Envuelta en el más absoluto secreto, la respuesta rusa a “La Bestia” estadounidense se hará pública en el próximo otoño/invierno. La nueva super limusina de Putin se encuentra inmersa en sesiones de pruebas y se especula que contará con un motor V12 biturbo desarrollado por Porsche Engineering. El proyecto Kortezh está liderado por el centro de estudios automovilísticos ruso, NAMI, y desarrollará dos modelos. El propio Putin ha sido el encargado de descartar algunos diseños y parece que optó por dos: uno similar a otros coches oficiales europeos y otro que recuerda al Rolls Royce Phantom. Hasta otoño, el mandatario ruso tendrá que conformarse con su actual vehículo oficial: un Mercedes S600 Pullman.
Xi Jinping, China
El presidente de China apuesta por la industria interna y se mueve a bordo de un Hongqi L5, el coche más caro producido por una empresa china. El precio de “La Bandera Roja” (significado del nombre de la empresa que lo ha construido, Hongqi) se sitúa en cinco millones de yuanes, más de 650.000 euros al cambio. El Hongqi es un coche de enormes dimensiones, nada menos que 5,55 metros de largo, algo más de 2 metros de ancho y 1,5 metros de alto. Llama la atención la capacidad de su depósito, de 105 litros de combustible, su motor de 6 litros V12, que desarrolla 408 CV, y los caracteres situados en la zona superior de la matrícula, inspirados en la caligrafía de Mao.
Angela Merkel, Alemania, y Mariano Rajoy, España
Los dirigentes de Alemania y España han optado por un modelo alemán para desplazarse. Concretamente se trata del Audi A8 L W12, un automóvil desarrollado por la marca bávara para pasajeros VIP. Mientras que la canciller Merkel cuenta con un modelo más nuevo, del 2016, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se tiene que conformar con un ejemplar de la edición de 2011, cuyo precio se situó en 100.00 euros, muy por debajo de los utilizados por los presidentes de Estados Unidos, Rusia o China. El Audi A8 L W12, la version de carrocería larga del A8, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 7,5 segundos y cuenta con un potente motor de 500 CV. Su carrocería ha sido ensamblada en aluminio a través del método ASF, con el que se reduce su peso en un 40%, y resiste ataques con granadas, rifles y otro tipo de explosiones.
Emmanuel Macron, Francia
El recién nombrado presidente Emmanuel Macron, cuenta como no podía ser de otro modo con un modelo de la industria francesa, en este caso de una de las marcas más jóvenes, DS, nacida como marca de lujo de la popular Citroën. Se trata de un DS7 Crossback, un modelo recién presentado y que todavía tardará algunos meses en estar disponible en los concesionarios. Un moderno SUV con ciertas capacidades de conducción autónoma que está equipado con el novedoso sistema de suspensión Active Scan, que se adapta al tipo de pavimento.
Sergio Mattarella, Italia
El presidente italiano es quizás uno de los más atípicos a la hora de elegir su vehículo oficial. No en vano, y aunque la industria italiana cuenta con marcas muy representativas con vanguardistas modelos, prefiere moverse con el mítico Lancia Flaminia 335, un turismo clásico objeto de deseo de los grandes coleccionistas. Construido en 1961, algunos de los pasajeros más ilustres que han viajado a bordo de esta pieza de arte son la Reina Isabel II de Inglaterra o el difunto presidente de EE.UU., John F. Kennedy.
Mauricio Macri, Argentina
Es quizás uno de los modelos con menos glamour de entre los utilizados por los grandes líderes y políticos, pero que tiene tras de sí una cierta historia. Y es que Mauricio Macri se mueve a bordo de una Mercedes-Benz Vito, que tuvo que ser importada de España pero que ha sido blindada en Argentina. La furgoneta del grupo Mercedes sustituye así desde este año al anterior auto oficial, el cual fue apedreado por manifestantes en Mar del Plata, al sur del país.
Mark Rutte, Holanda
Pero para atípico, el vehículo oficial del primer ministro de los Países Bajos, Mark Rutte. Se trata de una bicicleta de la marca Gazelle, la cual pertenece a la flota oficial del gobierno holandés. El amor por las bicicletas de los holandeses es conocido internacionalmente y Rutte es un buen ejemplo de ello. Recientemente, se convirtió en ciudadano honorario de Seúl tras haber donado 220 bicicletas a la capital de Corea del Sur.