Opinión

María Corina Machado frente a Maduro

El chavismo ha encontrado en Sánchez y Zapatero sus mejores aliados en Europa

  • La líder opositora venezolana María Corina Machado -

El 10 de enero, día D para la democracia en Venezuela. En esa fecha se decide si Edmundo González, ganador de las elecciones con un contundente 70%, es proclamado presidente como corresponde o el criminal torturador Nicolás Maduro usurpa el poder. El desenlace dependerá en gran medida de militares y policías, de su actitud para defender la legalidad constitucional. “Confío en que estás a un solo paso de hacer lo correcto”, les ha interpelado María Corina Machado desde su autoridad indiscutible.

Además, como en la Ucrania de Zelenski, los venezolanos combaten en defensa de la democracia en el mundo. Con Maduro están los que la historiadora Anne Appeblaum califica como “Autocracia S. A.”. Rusia, Irán y sus satélites terroristas, Cuba, China y toda la banda de enemigos de las democracias liberales le apoyan con todos sus medios, es uno de los suyos. Ahora, lo que ocurra en Venezuela en los próximos diez días será decisivo para el futuro de las democracias en Iberoamérica.

Después de asombrar al mundo con una victoria electoral demostrada con las actas en la mano, María Corina necesita apoyo internacional. Dirigentes como Lula ya no pueden enredar más: o con la democracia o con los golpistas usurpadores. Brasil le está mirando, como Colombia a Petro o España a Sánchez. Las trampas del Grupo de Puebla, con Zapatero y el expresidente castro-chavista Samper a la cabeza, no engañan ya a nadie. Su apelación a la “no injerencia” es solo una estratagema para justificar la usurpación golpista que están preparando sus criminales camaradas en Venezuela.

Desde 2013, Maduro y compañía han seguido con narcotráfico, explotación ilegal de minas, contrabando de petróleo, tráfico de oro, pero en diez días Venezuela tiene la oportunidad de poner fin a la pesadilla

La cleptocracia creada hace 25 años por Hugo Chávez deja un resultado desolador. Hizo de Venezuela una autocracia de ladrones que han convertido al país más rico de América del Sur en un campo de pobreza extrema. Un estudio de Cáritas demuestra que un 41% de la población pasa días sin probar bocado, aunque nada de eso vieron Íñigo Errejón –“comen tres veces al día”- ni Jordi Évole, el entrevistador amable del torturador Maduro. Hay que ser muy miserable para no estar en este comienzo del 2025 con la causa de los hermanos venezolanos. Desde 2013, Maduro y compañía han seguido con narcotráfico, explotación ilegal de minas, contrabando de petróleo, tráfico de oro, pero en diez días Venezuela tiene la oportunidad de poner fin a la pesadilla.

La iniciativa de Felipe González de acompañar al presidente electo Edmundo González –“lo mismo que lo trajeron, llévenlo a casa”- merece el apoyo y el aplauso de los españoles. Sobre todo, cuando el cambio precipitado de embajador ha encendido todas las alarmas sobre las intenciones de Sánchez. La designación de Álvaro Albacete responde a una decisión concertada con la dictadura y cocinada por Zapatero. Si había alguna duda, basta prestar atención a las declaraciones entusiastas del dictador. Como ”una garantía de no injerencia en asuntos internos” y “una nueva era de diálogo político” ha interpretado el sátrapa ese nombramiento.

"Petróleo de sangre"

Con su apoyo al chavismo, Sánchez y Zapatero están asociando a España con la internacional de la “Autocracia S. A.” analizada por Applebaum, en la que se sitúan todos los enemigos declarados de las democracias liberales. Adquiere así todo su sentido la implicación directa del Gobierno en el Delcygate que conecta con los sucios negocios asociados al “petróleo de sangre” que sostiene al régimen tiránico de Maduro. Es un crimen contribuir a normalizar un golpe contra el 70% de electores venezolanos.

El chavismo, y quienes se benefician de sus robos, nada tiene que ver con ideal alguno, sino con negocios, y muy sucios, que han obligado a emigrar a ocho millones de venezolanos. El 10 de enero se podrá comprobar qué gobiernos están con la banda de usurpadores y ladrones y cuáles con los venezolanos liderados por María Corina Machado, convertida ya en una líder imprescindible para América Latina.

De aquí al 10-E, es una prioridad para la democracia española, con responsabilidades excepcionales en la comunidad iberoamericana, lograr que la opinión pública conozca qué está en juego en Venezuela y cómo afecta lo que allí ocurra a la causa de la democracia en el mundo. Más, cuando toda la red del activismo mediático sanchista va a ocultar, o aún peor, manipular, la posición cooperadora del Gobierno con la dictadura.

Hasta la fecha, el chavismo ha encontrado en Sánchez y Zapatero sus mejores aliados en Europa, pero -que nadie lo dude- los españoles no apoyan dictaduras.

 

 

 

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