Opinión

¿Realmente ha renunciado Marruecos a Ceuta y Melilla?

Marruecos, una vez más, ha sabido jugar sus cartas frente a su vecino europeo sin dar a cambio mas que el control de la inmigración ilegal

  • Pedro Sánchez y el rey Mohamed VI de Marruecos en un encuentro celebrado en 2018.

Conocer a los demás nos permite anticiparnos a sus movimientos y decisiones, y también a sus reacciones. Eso ha sido siempre así y es casi seguro que seguirá siéndolo. La integridad territorial es para Marruecos su prioridad política y toda su estrategia gira en torno a ella. Dentro de este objetivo, conseguir la marroquinidad del Sahara Occidental es la primera meta; después, y solo después, irán Ceuta, Melilla, islas y peñones, y, posiblemente, las Islas Canarias.

A Argelia le ocurre algo parecido, si bien para el Sahara Occidental defiende su independencia absoluta de Marruecos. No olvidemos que Argelia respalda al Frente Polisario y que este apoyo incondicional podría verse recompensado por facilidades para acceder al Atlántico sin necesidad de pasar por el estrecho de Gibraltar.

La comprensión y el análisis de estas dos posturas enfrentadas deberían ser la clave para diseñar la política exterior española hacia el Magreb. Además, en el mundo árabe el concepto tiempo no coincide con el nuestro: lo importante es alcanzar las metas, no importa las vueltas que haya que dar ni el tiempo que haya que esperar.

Por otro lado, la política de gestos tiene una gran trascendencia para nuestros vecinos del sur. ¿Es casual que los medios marroquíes insistieran en que Mohamed VI hizo pública la carta de Pedro Sánchez durante sus vacaciones en Gabón?  De acuerdo con los objetivos políticos y territoriales irrenunciables para Marruecos, no se concibe ningún tipo de renuncia; eso sí, el plazo puede “alargarse”. 

Ahora bien, ¿por qué Marruecos ha forzado este cambio en la postura española respecto al Sahara Occidental ahora? Por un lado, hay varios factores internos: la pandemia y una prolongada sequía están provocando serias consecuencias económicas y un descontento social que ha llevado a algunos colectivos a solicitar en redes sociales la renuncia del primer ministro marroquí (algo bastante extraño en Marruecos); la sociedad, tradicionalmente pro-Palestina, no comprende el acercamiento de Marruecos a Israel. Históricamente, Marruecos recurre a la territorialidad del Sahara o de Ceuta y Melilla cuando tiene problemas internos que pueden suponer inestabilidad para el régimen.   

Por otro, como factor externo, destacaremos que Marruecos conoce a España (su adversario en estas cuestiones territoriales) y sabe que el Gobierno actual no goza de una posición fuerte ni dentro ni fuera del país; ni siquiera en el seno del propio Gobierno.

Marruecos conoce a España y sabe que el Gobierno actual no goza de una posición fuerte ni dentro ni fuera del país; ni siquiera en el seno del propio Gobierno

Como consecuencia inmediata de la declaración del presidente del Gobierno español, cesaron los asaltos a las vallas de las Ciudades Autónomas, lo que prueba que Marruecos instrumentaliza la inmigración ilegal para presionar en su política exterior; la misma embajadora que fue retirada de Madrid ha sido reintegrada a su puesto; no hubo protestas en las inmediaciones de Ceuta y Melilla por la visita de Pedro Sánchez

Desde el lado argelino, su embajador fue llamado a consultas; se anunció el impulso del gaseoducto que va desde Argelia a Italia, lo que deja fuera a España como principal receptor europeo del gas argelino; Argelia garantizó al Gobierno español que no interrumpiría el suministro de gas a España, pero ha hecho pública su intención de mantener los precios a todos los clientes, menos a España.

Marruecos, una vez más, ha sabido jugar sus cartas frente a su vecino europeo sin dar a cambio mas que el control de la inmigración ilegal, a pesar de que siempre negó que empleara este fenómeno en su beneficio. El Gobierno español insiste en que su postura ante la autonomía del Sahara supone garantizar la españolidad de Ceuta y Melilla. Si esto fuera así, se me ocurren varias preguntas:

¿Por qué el ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos anunció justo después del anuncio hecho desde Gabón que su país nunca renunciaría

  • a Ceuta y Melilla? Recordemos que en Marruecos ningún miembro del Gobierno hace declaraciones sobre temas sensibles sin el beneplácito del monarca.
  • ¿Por qué en el mapa oficial de la embajada de Marruecos en España Ceuta y Melilla figuran como ciudades marroquíes?
  • ¿Por qué no se han reconocido las fronteras terrestres entre España y Marruecos como muestra de ese compromiso?
  • ¿Por qué no se han iniciado los trámites de delimitación de las aguas jurisdiccionales de las Islas Canarias, Ceuta, Melilla, islas y peñones? 

Marruecos se ha comprometido a respetar la integridad territorial española, pero es que nunca ha reconocido a Ceuta y Melilla como parte de España, sino como ciudades ocupadas por España.

Ana Páramo es analista de inteligencia, consultora freelance y formadora en www.laescueladeinteligencia.es

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