Espero que la ocurrencia de rebajar la mayoría para la elección de órganos constitucionales, de tres quintos del Congreso a simple mayoría absoluta, en particular el bloqueado Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), se quede solo en eso, una ocurrencia política más; o, si quieren, un arma de presión más sobre Pablo Casado para que se avenga a pactar de una vez la obligada renovación en cuanto pase esa moción de censura de Vox contra Pedro Sánchez, que le tiene en un sinvivir por el desgaste que está sufriendo a manos de Santiago Abascal.
"Alguna solución debemos dar desde el Gobierno de España" a un bloqueo de dos años, dicen que dijo Sánchez este lunes a su Ejecutiva reunida en la sede socialista de la calle Ferraz... Hombre, sí presidente, pero una cosa es eso y otra cargarse el equilibrio constitucional de poderes, por más que en momentos puntuales -este no es el primero, ojo- haya presentado disfunciones.
Porque, si el Ejecutivo, es decir, PSOE y Unidas Podemos, y sus socios del PNV, Compromís, ERC & CIA piensan en serio que pueden prescindir del otro gran partido de gobierno, el PP, dentro de ese juego de equilibrios constitucionales que estableció la Carta Magna de 1978, apaga y vámonos: España no solo sufrirá una dura crisis sanitaria, económica y política puertas adentro; tendrá un serio problema en Europa como lo tienen Polonia o Hungría a cuenta de sus incumplimientos del Estado de Derecho.
Y no porque el propio afectado, el PP; ponga el grito en el cielo, eso es lo de menos... es que los técnicos de la Comisión Europea, siguiendo recomendaciones del Consejo de Europa, ya ha girado hacia España su lupa, habitualmente enfocada a los incumplidores antiguos del Este, para criticar la falta de "percepción de independencia" en una Fiscalía General del Estado cuyo nombramiento directo recae en el Ejecutivo y goza de un mandato parejo al de este. Pues bien, ahora el Poder Judicial... Y dos huevos duros, que decían los Hermanos Marx.
¿Se ha olvidado Sánchez, protagonista de las discusiones de julio con el primer ministro holandés, Mark Rütte, y la finlandesa, Sanna Marin, de las largas horas de debate que consumieron las 'autocracias' del Este?
¿De verdad, los estrategas de La Moncloa y Ferraz no leen los periódicos antes de lanzar globos-sonda? ¿Se ha olvidado el presidente del Gobierno, protagonista de duras discusiones de julio en Bruselas con el primer ministro holandés, Mark Rütte, y la primera ministra finlandesa, Sanna Marin, de que, junto al debate sobre la cuantía del Fondo de Recuperación, el intolerable comportamiento de las autocracias del Este consumió largas y tensas, tensísimas, horas de debate?
Quiero creer que no porque creo firmemente que España no es una autocracia y el Gobierno de Sánchez, guste más o menos, es igual de legítimo que el anterior (Mariano Rajoy) y que el anterior del anterior (José Luis Rodríguez Zapatero); de hecho, este lunes el número dos de Organización de los socialistas, Santos Cerdán, aleccionado por el propio presidente, se apresuró a rectificar la idea inicial trasladada desde el Ejecutivo a los medios de comunicación.
Matizó Cerdán que una mayoría parlamentaria simple no puede cambiar el sistema de elección del CGPJ así como así y que hará falta una reforma constitucional, es decir, que el PP lo apoye -volvemos a meter a los de Casado en la ecuación, acabáramos-, pero esa mayoría actual sí puede limitar las facultades de un Poder Judicial saliente para que no siga renovando vacantes de la judicatura como acaba de hacer su presidente, Carlos Lesmes.
Ante los embajadores
Bienvenida la rectificación, matización o como quieran llamarla... pero el daño político-constitucional ya está hecho. Rütte, Marin y en general ese norte europeo frugal ya tiene un argumento más para seguir con una agenda diametralmente opuesta a lo que necesita España: retrasar o paralizar la aprobación en sus respectivos parlamentos nacionales del fondo de recuperación del que España se va a beneficiar en 140.000 millones, 72.700 de ellos en inversiones a fondo perdido para I+D, red 5G de telefonía, coche eléctrico y energías renovables.
Y todo a escasas horas de que Pedro Sánchez presente, este miércoles, ante los embajadores de esa misma UE y empresarios españoles y extranjeros el plan para la "segunda gran modernización" a lomos, precisamente, de esos 72.700 millones pendientes del visto bueno europeo. En resumen, que Pedro Sánchez se ha pegado, o le han pegado los suyos, un tiro en el pie... un jugadón eso de disparar y luego preguntar de quién es el pie.
Tenemos que trabajar para promover el acuerdo en todas las instituciones de la UE. El Fondo de Recuperación debe estar disponible en el inicio del próximo año. Además de un compromiso político, ha de ser una realidad. En la situación actual es vital dar certezas a la ciudadanía. pic.twitter.com/5y9S6snGuu
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) October 2, 2020