Política

Vox declara la guerra a las asociaciones vecinales favoritas de Carmena

El partido fija como condición a respaldar las cuentas de Almeida que la ayuda a la Federación regional de asociaciones vecinales de Madrid, entre otras subvenciones a "chiringuitos", se destinen a ayuda social

  • El secretario general de Vox, Javier Ortega Smith (derecha), y Pedro Fernández, en el pleno de constitución del Ayuntamiento de Madrid

Vox ha encontrado en las asociaciones vecinales madrileñas otro "chiringuito" sobre el que poner su lupa. En concreto, en la Federación regional de asociaciones vecinales de Madrid (FRAVM), una organización que echó a andar hace más de 40 años y que aglutina a más de 260 entidades de distintos barrios de la capital.

Recibe subvenciones del Ayuntamiento de Madrid desde tiempos de Juan Barranco (1988). Entre sus antiguos presidentes figura Nacho Murgui, que dejó el cargo para convertirse en concejal en el Ayuntamiento de Madrid con Manuela Carmena. 

Según el partido de Santiago Abascal, la FRAVM fue receptora de más de 7 millones de euros durante el mandato de Carmena. Representa, dicen, el "estandarte de los subsidios a asociaciones manejadas por la izquierda". "Auténticos cuarteles de invierno", opina la formación.

Entre sus antiguos presidentes figura Nacho Murgui, que dejó el cargo para convertirse en concejal en el Ayuntamiento de Madrid con Carmena

La federación arrancó en 1975, pero no fue legalizada hasta cuatro después. Durante más de 40 años ha centrado su actividad en la lucha por una vivienda digna, el fomento de la participación ciudadana, el bienestar social, el respeto por el medio ambiente, la defensa del transporte público y el acceso a la cultura, entre otras actividades.

En 2017, el Consistorio inyectó a las asociaciones vecinales 1,8 millones de euros, es decir, unos 400.000 más que el año anterior. Ahora, el proyecto presupuestario que Partido Popular y Ciudadanos pretenden sacar adelante este viernes con el apoyo de Vox mantiene una subvención nominativa de más de un millón de euros para esta federación.

Condición para respaldar las cuentas

Pero los de Abascal, que ya tenían en el punto de mira a esta entidad, han dado un paso más allá este jueves y han fijado como condición para respaldar las cuentas de Almeida que "el 1% del presupuesto que acaba destinado a los cuarteles de invierno de la extrema izquierda -como la FRAVM- se tiene que convertir a una ayuda social real, práctica y efectiva a los madrileños". Con el otro 99% de las partidas están de acuerdo.

En Vox creen que la entidad señalada carece de utilidad pública definida y que describe su función con "términos vagos como dinamización"

En Vox creen que la entidad señalada carece de utilidad pública definida y que describe su función con "términos vagos como dinamización, mediación, etc". Para la formación, la suma de las subvenciones a la federación y a otros "chiringuitos" que no ha mencionado a la hora de condicionar sus votos al proyecto presupuestario, asciende a 5 millones de euros.

"Estos se deberían emplear mejor en ayudas a las familias en riesgo de grave necesidad, para lo que planteamos una ayuda social que combata de una forma real esa 'emergencia social' que la izquierda tanto gusta de hablar, pero para la que no aporta soluciones prácticas", señalan en Vox.

"Pensamos que se podría ayudar a casi 3.000 familias al mes durante todo el año con un 'bono social' de 150 euros para solucionar las emergencias energéticas, alimentarias y de necesidades básicas, ayudando así a los madrileños en peor situación económica a llegar a final de mes", afirman.

La FRAVM responde: "Lo nuestro también es ayuda social"

Desde la Federación regional de asociaciones vecinales de Madrid defienden su trabajo "de más de 40 años" y explican a Vozpópuli que nadie del partido de Abascal se ha molestado en conocer cuáles son las actividades que realizan.

"Desde 2007 tenemos un servicio de dinamización de empleo, que consiste en ayudar a desempleados de larga duración y en riesgo de exclusión social de barrios desfavorecidos a insertarse en el mercado laboral", dice Quique Villalobos, actual presidente de la entidad.

"Prácticamente ofrecemos servicios municipales en los sectores de Sanidad, Bienestar Social, Igualdad, Convivencia... Es decir, no sé por qué interpretan que nuestro presupuesto no está dirigido a ayudas sociales", insiste.

Villalobos destaca también el rol de las asociaciones vecinales como "mediadoras" en diferentes situaciones de conflictividad

Villalobos destaca también el rol de las asociaciones vecinales como "mediadoras" en diferentes situaciones de conflictividad y de convivencia que se dan en muchos barrios y municipios. "La prevención de los conflictos es el motor de una buena convivencia", explican en la FRAVM, que cuenta con unos 40 empleados y defiende que los vecinos que la integran son de todas las ideologías.

Según el presidente de la entidad Vox la ha tomado con la federación y no entiende el motivo. "Seguramente sea una excusa cualquiera de las que suelen aparecer durante todo este tipo de negociaciones presupuestarias para ejercer presión sobre los otros partidos y conseguir alguna otra cosa que no se está mencionando", insinúa.

A mediados de noviembre, cuando Vox declaró, literalmente, "la guerra política" a la federación, el nuevo Gobierno municipal defendió su intención de mantener la subvención de más un millón a la FRAVM. La concejala delegada de Participación Ciudadana y Transparencia, Silvia Saavedra (Ciudadanos) confirmó la ayuda porque hacen "un trabajo muy bueno y adecuado". Para Vox, la federación duplica funciones públicas.

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