Beatriz Figueroa ha visto cómo esta semana la Comisión de Empleo y Seguridad Social del Congreso de los Diputados ha rechazado su propuesta de mejorar la protección económica y sociolaboral de los enfermos de cáncer. Esta abogada y periodista viguesa había puesto en marcha una campaña que en unos meses ha logrado ser la tercera más apoyada en la plataforma change.org, y que le ha permitido entregar 378.000 firmas en la cámara baja, aunque la cifra real asciende a más de 397.000.
Figueroa empezó su particular lucha hace ya tres años, cuando estando sin trabajo le diagnosticaron un cáncer de mama. Después de ser operada y someterse a un proceso de quimioterapia, se encontró con que había agotado su prestación por desempleo. "Si tienes la mala suerte de que te diagnostican la enfermedad estando en situación de desempleo contributivo, al agotar el paro pasas a recibir 426 euros por incapacidad temporal, independientemente de los años cotizados, y además debes abonar el 40% de las medicinas", decía hace unas semanas.
Figueroa pretende mejorar la situación económica de los enfermos: al agotar el paro sigues sin poder trabajar, recibes 426 euros y debes pagar el 40% de las muchas medicinas
El principal problema al que se enfrentan este tipo de enfermos, aunque no es un caso exclusivo de aquellos que padecen cáncer, es que transcurridos 18 meses de incapacidad temporal, y sin haberse aún restablecido de la enfermedad, si no te conceden una incapacidad permanente estás "primero enfermo, que es lo más importante. Además, abocado al desempleo y con subsidios de 426 euros en el mejor de los casos". Por eso en su petición solicita que se les reconozca a personas que estén como ella la incapacidad permanente con la protección económica que conlleva, aunque sea con carácter revisable.
La petición de Beatriz quiere dar apoyo a una propuesta legislativa elaborada por el catedrático de Derecho del Trabajo de la Universidad de Vigo, Jaime Cabeza, en la que se solicita que la Ley General de la Seguridad Social debe modificarse para dar especial protección a las personas enfermas de carcinoma. La propuesta fue tramitada como proposición no de ley y proposición de ley por la diputada del BNG Olaia Fernández Dávila y está pendiente de ser debatida.
Sin embargo, pese a que Figueroa se ha reunido con los principales grupos parlamentarios, incluido el de Gobierno, el rechazo que ha obtenido la propuesta en la Comisión -23 votos en contra frente a 18 a favor- ya hace intuir lo que pasará cuando se debata en el Pleno del Congreso. "Lo que va a pasar es más de lo mismo al tener mayoría el PP, pero no por ello vamos a evitar que siga el debate. Me reuní con el PP, con el presidente de la Comisión de Empleo, y mi impresión fue que al tener que tocar la caja de las pensiones no iban a hacer nada. Además está el problema añadido del copago por las medicinas. La Defensora del Pueblo me dijo que había miles de denuncias en este sentido, pero que el ministerio las ignora. Es un problema de atención jurídica y económica. Mi lucha ha empezado por el cáncer, pero detrás hay un amplio problema por las incapacidades de los enfermos", explicaba a Vozpópuli.
"De oficio te deniegan la incapacidad. Yo soy abogada y la primera vez que me pasó ni demandé porque creía que me iba a poner bien. Para cuando nos valoren, uno está muerto o está curado"
Con una voz que denota el cansancio y la medicación, Figueroa admitía a este diario que se encuentra físicamente agotada, después de haber viajado a Madrid para entregar las firmas y para participar en un programa televisivo. "Acababa de salir de dos operaciones en febrero y no era lo apropiado, tanto ajetreo, estoy muy agotada y con mucha medicación por el proceso postoperatorio, y necesito una cura de salud. Pero me mantienen la rabia y la indignación ante cosas como las que dijo la señora Celinda Sánchez -diputada del PP- en el debate, quien argumentó que ya existe un sistema solidario y de reparto que no distingue entre unas enfermedades y otras. Esto no funciona", afirmaba.
Sistema ineficiente
Para la abogada viguesa es evidente que el sistema no funciona, porque los dictámenes de incapacidades no llegan -en caso de que lo hagan- hasta casi tres años después. De hecho ella comenzó su lucha contra la enfermedad en 2011 y su juicio está previsto para octubre de 2014. "De oficio te dicen que no. Yo soy abogada y la primera vez que me la denegaron ni siquiera demandé porque creía que me iba a poner bien. Para cuando nos valoren, uno está muerto o está curado. ¿Cómo van a valorar cómo estaba yo en ese momento? Ni siquiera nos van a pagar nada con efecto retroactivo", lamenta.
La situación de Figueroa ha cambiado ligeramente, ya que desde hace tres meses no paga nada, pues ha pasado de cobrar un subsidio normal a una Renta Activa de Inserción (RAI), "pero he estado 28 meses pagando el 40% de las muchas medicinas que tomo. He estado más de 20 años trabajando y me encuentro con 426 euros al mes. ¿Para qué estuve trabajando 20 años? Por eso rechacé una pensión no contributiva, esa no es la cobertura que pedimos. Las incapacidades son revisables, nadie pretende ser un parásito de la Administración, el enfermo lo que quiere es curarse. El problema que tiene el cáncer es el riesgo de recaída, pero por eso deberían establecerse revisiones de las incapacidades", defiende.
397.000 firmas... pero sola
La situación de esta gallega no ha sido fácil desde que le detectaron su enfermedad. Siente que tiene el apoyo de toda la gente que ha firmado su petición, pero quitando a "sus cuatro incondicionales, que le llevan la difusión en redes sociales -en Facebook, "Lucha contra el cáncer: Beatriz Figueroa-, su web "la vida no sigue igual" o en la red en general, nadie. Los ofrecimientos al final quedan en nada y yo estoy sola para todo", confesaba a Vozpópuli.
"Esto ha sido un logro de la ciudadanía. Todo esto lo hago para que el enfermo sólo tenga que luchar contra una enfermedad. Aquí parece que hay dinero para todo menos para lo importante"
Además, admitía que había criticado a la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) por no haberle dado ningún respaldo a Beatriz. "La asociación de Vigo ni siquiera firmó los papeles de firmas en una carrera solidaria diciendo que 'eso era una reivindicación mía personal'. Pero luego llega el día mundial contra el cáncer y sí que mandan notas de prensa en las que hablan de que uno de los problemas de los enfermos eran las prestaciones económicas", criticaba.
En la misma línea se quejaba del trato recibido por el Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC), con quien Figueroa se había puesto en contacto desde un principio, en los meses de diciembre, enero y febrero. "Me negaron totalmente su apoyo, incluso uno de mis interlocutores, que más tarde dimitió, me confesó que lo que había pasado conmigo era ilógico. Me niegan de plano su ayuda y luego públicamente dicen que sí que apoyan mi causa y que son partidarios de cualquier modificación de la ley que mejore la vida del paciente con cáncer, precisamente el día en que yo entrego las firmas en el Congreso. Es demencial que no respalden a estos enfermos. Esto ha sido un logro de la ciudadanía", recordaba con clara amargura.
Son muchos también los ciudadanos que ante una misma situación de enfermedad e indefensión acuden a ella buscando consejo, principalmente a través del correo electrónico. Su recomendación suele ser que planten cara a la administración, que acudan a la justicia gratuita, a organizaciones como Cáritas, a la propia AECC, etc. "Yo todo esto lo hago para que el enfermo sólo tenga que luchar contra una enfermedad. Aquí parece que hay dinero para todo menos para lo importante", criticaba Figueroa.
De momento admite que sólo le queda esperar. En mayo se cumple un año de la huelga de hambre que inició y que tuvo que abandonar por motivos médicos, y además sabe que la proposición de ley que se debe debatir en el Congreso va por el cupo del Grupo Mixto que es muy pequeño, por lo que podría retrasarse hasta después del verano. "Mientras me recupero voy a tratar de hacer una reflexión con más calma. Necesito el respaldo de alguien, porque aunque tenga el papel de las firmas, en la práctica es como si no tuviera nada. Como abogada sé que lo que está pasando vulnera pactos internacionaes. A veces desde Bruselas nos hacen más caso que desde aquí, pero para trasladar todo eso me veo desbordada, no tengo medios", sentenciaba Beatriz.