Sociedad

Los obispos de Madrid tienen nuevas compañeras de piso: 6 madres solteras a las que dan cobijo a través de Cáritas

200 mujeres han pasado desde 2011 por el Hogar Santa Bárbara, en el barrio Justicia de la capital, con sus respectivos hijos

  • El arzobispo cardenal Cobo -

Tiempo le faltó a los obispos de Madrid, encabezados por el cardenal usereño de 59 años José Cobo —nacido en Jaén, pero criado en el madrileño barrio de Usera—, para cederle un ala de la primera planta del palacio arzobispal en la calle de la Pasa a las madres solteras del Hogar Santa Bárbara cuando supieron que su edificio principal se les había quedado pequeño para el número de solicitudes que recibían.

Ese primer edificio, sito en el céntrico barrio de Justicia, acoge desde 2011 a embarazadas vulnerables y madres en situación de exclusión que acaban de dar a luz. Un proyecto liderado por Cáritas Madrid por el que ya han pasado 200 mujeres con sus respectivos bebés y que puede llevarse a cabo gracias a la ayuda de más de 60 voluntarias y las religiosas de la Amistad Misionera En Cristo Obrero (Amico).

“Los servicios sociales de la Comunidad de Madrid me derivaron a este centro de Cáritas cuando yo estaba embarazada y en situación de calle”, explica a Vozpópuli una de las 11 madres que se encuentran en el hogar principal en estos momentos, Valentina, de 20 años. “Aquí ha sido todo estupendo, hecho amigas y las hermanas me han ayudado mucho, con mucho apoyo. Además aquí me dan de todo, porque el bebé gasta una cantidad enorme de pañales”.

En el Hogar Santa Bárbara, las progenitoras solo pueden quedarse hasta que sus bebés cumplen 6 meses, tiempo en el que son acompañadas por el personal de Cáritas y voluntarios de la Iglesia. La residencia principal tiene lugar para 11 mujeres y 10 niños en sus 8 habitaciones —7 individuales y 1 grupal—, por lo que no es suficiente para atender a todas las solicitudes pendientes. Gracias a la iniciativa del cardenal Cobo, ahora se amplía a otras 6 madres y 7 niños con las 4 habitaciones cedidas en el palacio episcopal de la calle de la Pasa —2 individuales y 2 grupales—.

“Hace poco estuve en Santa Bárbara y me explicaron que estaban saturados, así que me acordé de que en casa todavía había sitio”, explica el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid. “La Iglesia siempre ha acompañado a las madres gestantes y este es un proyecto en el que tenemos mucho interés. Yo creo que es nuestra forma de ser tenemos suerte porque es el propio Dios el que viene a casa, es entrar en contacto con el propio Jesús”.

Por este hogar de Cáritas Madrid pasan cada año unas 30 mujeres —en su mayoría peruanas y colombianas— que se quedan, como mucho, seis meses desde el nacimiento del bebé, tiempo en el que son atendidas por dos trabajadoras sociales, una auxiliar, tres religiosas y un psicólogo que las atiende de forma semanal o quincenal. También por Victoria, Cecilia —ambas jubiladas— y otras 60 voluntarias que dedican parte de su tiempo a ayudar a las demás de forma desinteresada y sin cuya ayuda un proyecto como este no podría salir adelante.

“Me viene a España buscando trabajado y luego estuve de interna en casa de una señora en Huelva. De repente estalló el caos con el bebé”, asegura Valentina, que llegó al Hogar recién aterrizada de Colombia. Cuenta a Vozpópuli que supo de su embarazo al poco de pisar suelo español, cuando aún dormía en casa de una amiga. “Estuve con ella unos días y luego fue la que me recomendó acudir a los servicios sociales”, relata.

El padre no quiere reconocer a Owen, que apenas tiene un mes de vida, y los hermanos de Valentina le retiraron su apoyo recientemente: “Aquí me quedan cinco meses hasta que mi hijo cumpla seis y tengamos que irnos”, explica la joven madre, que ahora sueña con formarse con Cáritas para encontrar un trabajo dentro de unos meses. En lo que ella y su pequeño se hacen mayores, Cáritas seguirá a su lado, así como ya lo hace con 2,5 millones de personas en España todos los años.

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