En los últimos años las gestoras han tenido que ir adaptándose a una realidad que, acercaba cada vez más, a los inversores a la gestión pasiva. De hecho, el crecimiento ha sido tal, que en los últimos años, solo en España, ha crecido más de un 60% el patrimonio gestionado de esta manera, acumulando en la última década, aproximadamente un 80% más de rentabilidad